viernes, 30 de diciembre de 2011

2011 de cine: Un balance


(Pablo Castrillo, CinemaNet]

Se acerca el 31, el fin de año, el año nuevo. Se acerca la 84ª Gala de los Oscar, y se empieza a notar en periódicos, revistas, vallas publicitarias, en Internet… Se acercan los propósitos y las lamentaciones, los balances y valoraciones. Dejamos atrás el 2011 cinematográfico, pero sólo para dar la bienvenida a otro 2012, también cinematográfico. Echemos un vistazo a lo que dejamos atrás, porque aunque todos los años tengas sus más y sus menos, 2011 ha mostrado algunos picos muy, muy elevados.

Hemos podido disfrutar de maravillosas aventuras como Tintín; Super 8; y quizá El Origen del Planeta de los Simios, que han sido llamadas por muchos “clásicos instantáneos”. Otros títulos espectaculares, si bien menos brillantes, de acción trepidante y espectáculo puro fueron Invasión a la Tierra; Harry Potter y las Reliquias de la Muerte – Parte 2; Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas; Capitán América; X-Men: Primera Generación… todas ellas tremendamente entretenidas, con sus más y sus menos, pero sin dejar de llenar las arcas de dólares para mantener el negocio en funcionamiento.

Y por lo visto y oído hasta ahora, parece que los últimos estrenos navideños como Misión Imposible: Protocolo Fantasma y War Horse son, dentro del género y de su carácter mainstream, grandes películas, igualmente elogiadas por crítica y público. La revelación de la temporada fue, probablemente, Acero Puro, junto con la inusual –aunque desafortunadamente fallida– Machine Gun Preacher. También fue valiente y atrevida Destino Oculto, mientras que Cowboys & Aliens cayó en las garras de lo tópico y típico, y la Linterna Verde se llevó el gran fracaso del año de la mano de Los Tres Mosqueteros, a quienes les salió el tiro por la culata. Otra promesa no satisfecha fue J. Edgar, que por lo visto se le “atascó” al legendario Clint Eastwood y le salió lentorra y aburrida.

La animación tuvo sorpresas: Rango fue un “western” excepcional, inteligente, divertido, mientras que Cars 2 decepcionó a la crítica –que no a la taquilla, por supuesto. Kung Fu Panda 2 hizo su trabajo decentemente; El Gato con Botas dio la campanada con un exitazo arrollador y el fiasco del año se lo llevó Mars Needs Moms, de Disney, con unos números de taquilla (y de presupuesto) aterradores.

La comedia, y particularmente la comedia romántica es la que está de capa caída. Hecha astillas, para ser exactos. Y si no, lean: ¡Qué dilema!; Jack y Jill; Sin Compromiso; Con Derecho a Roce; Sígueme el Rollo; Bad Teacher; Carta Blanca; Resacón 2; El Cambiazo; Caballeros, Princesas y Otras Bestias… Después de semejante lista de títulos empiezo a pensar que Adam Sandler, Natalie Portman, Cameron Díaz y varios otros actores de primera son un poco imbéciles. Por lo (poco) que he podido leer hasta ahora, parece que salvan el género Crazy Stupid Love; Medianoche en París; La Boda de mi Mejor Amiga (y aún así tengo mis dudas); The Help; y la intrigante The Beaver que dirigió Jodie Foster. Está por ver qué pasa con Young Adult, la nueva comedia (que seguro tiene sus tonos trágicos) del combinado Jason Reitman-Diablo Cody.

Queda por preguntarse sobre los títulos más oscuros y arenosos como Drive o Blue Valentine. Como medida personal, yo voy a optar por no verlas. “Forma sin fondo”, dicen los que saben. Pero allá cada uno. Parece que, aunque sesudas y densas (y quizá con algún que otro reparo) son interesantes Melancolía y Otra Tierra. En el tintero de 2011 están todavía pendientes My Week with Marilyn; Coriolanus; The Artist, cine mudo en 2011, que se dice pronto; y The Lady, el esperado regreso de Luc Besson al drama épico.

Y para terminar, en mi lista personal de películas que me he quedado sin ver este año, están: Senna, el documental sobre la vida del mítico piloto; El Topo, que –no nos olvidemos– se llama Tinker Taylor Soldier Spy; la alabadísima Warrior; Hanna, tan intrigante, novedosa y también muy bien recibida por la crítica; Los Descendientes, regreso de Alexander Payne (demostró su ingenio con Entre Copas en 2004); el thriller político Los Idus de Marzo; Código Fuente, tradicional película de acción que parece tener “algo más”; el proyecto personal de Robert Redford sobre el asesinato de Abraham Lincoln –La Conspiración; y por último, el tema del momento, la crisis financiera y la banca de inversión, en Margin Call.

Y para acabar, hay que responder la dichosa pregunta: ¿cuál es la película del año? Yo digo, con pocas dudas, El Árbol de la Vida. Y por supuesto, es opinable. Y además no hay tiempo ni espacio para hablar aquí de ello (otras reflexiones, sobre la película, Dios, la vida, y la muerte, en mi blog). Pero desde luego, merece la pena hacer el esfuerzo. Y si no me creen, vuelvan a releer las docenas de títulos vacíos, estúpidos o simplemente simplones que acabamos de enumerar. Hay mucho cine bueno, pero siempre está rodeado de toneladas de basura.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Spot de la semana: "Amar es, a veces, saber sorprender"

El 24 de diciembre de 2010, casi al filo de la medianoche, un avión de la compañía Span Air culminaba un largo viaje entre Barcelona y Las Palmas. Ciento noventa personas, con el cansancio del día y del trayecto, salían medio dormidos por el finger, en dirección a la recogida de equipajes, mientras el todo el mundo estaba celebrando ya la Nochebuena. La compañía había pensado ya en ese vuelo y sentía que tenía que hacer algo por todos ellos. También para ellos tenía que llegar el cariño y el calor y la alegría de la Navidad.

Se trata de una acción de marketing preciosa. Comercial, pensarán algunos. Humana, concluirán otros. En todo caso, un gesto bonito, un detalle navideño que nos hace paladear el amor y la fraternidad con la que todos soñamos. También en este mundo tecnificado y funcional hay espacio para el afecto y la atención de cada persona.

Porque amar es, a veces, saber sorprender. Saber tener un detalle que el otro no espera. (O sí, pero finge no esperarlo y, entonces, el gesto es doblemente afectuoso: porque ha sido correspondido por el amor).

La Navidad se presta a detalles como éste. Se presta a la comida preferida, que el otro no ha pedido; a la decoración amable, que hace grato el hogar; a la salida inesperada, que a ella le emociona porque ya no recuerda cuándo fue la última vez. Y a la llamada de aquel amigo, y a la visita a aquel pariente que ya no puede salir de casa. Y al regalo pequeño, y al beso de amor.

La Navidad está en los detalles: en el belén del salón, que pusieron los niños con papá al frente; y en las canciones que se escuchan (¿te acuerdas de ésta?); y en las fotos y DVDs que se vuelven a ver; y en la ilusión de los niños y en la sonrisa de todos. La Navidad está en los gestos, y en el cariño con que se preparan. Como en este anuncio.

¡Feliz Navidad, y felices sorpresas en todo 2012!



Si te gustó este vídeo, mira qué es lo que han hecho para la Navidad de 2011. La Navidad sigue estando en las familias y en los niños. ¿Dónde mejor?

jueves, 22 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad! Mis recuerdos de 2011, mis deseos para todos

En vísperas de Nochebuena, el mejor post es una felicitación navideña. Os adjunto la que he enviado a mis mejores amigos. Porque, sin duda, vosotros os contáis entre ellos. Gracias por estos dos años que llevamos juntos, y que sigamos unidos en el 2012.

Queridos amigos:

Para quienes vivimos apasionadamente el mundo de la comunicación –como profesores, profesionales, estudiantes o simples espectadores– el año 2011 ha sido un año de grandes titulares. Inauguramos el año con las revueltas en el mundo árabe (Egipto, Libia, Siria, Argelia...) en las que las redes sociales fueron la pieza clave. Poco después, estallaba en España el 15-M, una protesta de "indignados", con acampadas y manifestaciones, que desconcertó al gobierno y al sistema. También en marzo, un tsunami arrasó la costa oriental japonesa, destruyó la prefectura de Tohoku y provocó un grave incendio en la central nuclear de Fukushima; en los trabajos de extinción, los japoneses dieron al mundo una lección de serenidad, solidaridad y trabajo.

El 29 de abril el mundo entero pudo contemplar un cuento de hadas: la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra con Catherine Middleton en la Abadía de Westminster. Tres días después, Bin Laden, cabeza del movimiento Al Qaeda, fue localizado y aniquilado en Islamabad, Pakistán. En julio, un fanático hizo explotar una bomba junto a la sede del gobierno de Oslo y después sembró el pánico en una campamento juvenil: murieron 87 personas. En agosto, la visita del Papa a España atrajo a casi dos millones de jóvenes a Cuatro Vientos, que tuvieron un comportamiento ejemplar: tras el fuerte temporal, rezaron con ante el Santísimo en un silencio sobrecogedor; y su noche de fiesta en Madrid no dejó apenas desperdicios (los recogieron antes de irse), y ni siquiera un coma etílico.

La crisis económica siguió azotando al mundo en 2011: Estados Unidos sufrió una crisis interna para aumentar su nivel de endeudamiento y la Unión Europea se metió en un avispero -del que aún no ha salido- para salvar la moneda del euro. El 20 de octubre nos levantamos con dos noticias de distinto signo: la revuelta libia localizó y dio muerte a Muammar Gaddafi, y ETA anunció al mundo su definitivo adiós a las armas. Justo un mes más tarde, España apostaba en las urnas por un cambio político, azuzada por el paro, la recesión y la incertidumbre.

A pesar de todo, ninguna de esas noticias ha sido tan luminosa como la que ahora se aproxima: la Noticia de la Navidad: la única verdaderamente importante, y la única que merece ser celebrada año tras año. En la tele, en Internet o en los periódicos quizás salga lo más superficial de ella, pero es en las cartas personales y los encuentros familiares -¡gran fracaso de los medios de comunicación!- donde esta Noticia crece y se comunica eficaz y amorosamente. Porque la comunicación, o es humana y en favor de las personas, o no es nada.

Que paséis unas muy felices fiestas de Navidad, y que los Reyes Magos nos traigan muchos regalos el año próximo, sobre todo a los más necesitados. Que se acabe la crisis y haya trabajo para todos; que cesen el hambre, la guerra, el terrorismo y la violencia; que la familia –tan castigada– salga fortalecida y recuperada; que se respete siempre la vida, desde su concepción hasta su muerte natural, también cuando parezca débil o limitada; que todos puedan dar a sus hijos la educación que desean, y que haya salud y amor en todos los hogares. Personalmente, me contentaré con el regalo de veros más a menudo y compartir un rato de felicidad.

Gracias por el 2011. Y que seamos un poquito mejores en el 2012. Sobre todo, que no perdamos la sonrisa ni un solo día.

Un fuerte abrazo navideño,

Alfonso Méndiz.

lunes, 19 de diciembre de 2011

"Ser abuela... ¡en Navidad!"

La Navidad es un tiempo para soñar, para reunirse… y para dar lo mejor de nosotros mismos.

El anuncio que os propongo esta semana es una historia preciosa de generosidad. Es la historia de una abuela que vive una vida corriente, sin brillo, y a la que un buen día la suerte le sonríe de modo admirable. Podría vivir al fin sin preocupaciones, pero ella piensa en su hija: “¡La pobre!, con sus hijos revoltosos, con el trabajo en casa y con el otro, fuera de casa”. Y sin que nadie se dé cuenta, ni siquiera su hija –esto es lo más bonito–, tiene un acto de desprendimiento heroico.

Y nada es extraordinario, salvo el amor por su hija. Porque todo sucede en la vida ordinaria, en lo corriente, en lo de cada día… en la familia. El anuncio tiene más valor en estos días, y encuentra su contexto en el próximo sorteo de Navidad. Pero su mensaje es eterno.

Hoy quisiera brindar por todas las madres del mundo. Por esa entrega abnegada y silenciosa que hace de la casa un hogar entrañable, y del mundo un lugar más humano, donde todos podemos realizarnos. Brindo también por todas las abuelas del mundo que hoy cuidan de sus nietos: porque, cuando ya podrían pensar en su retiro, se hacen cargo de una atención y una educación que tanto ayuda a los padres y que, sin ellas, nunca hubiera llegado a los niños.

¡Ah! Y quiero dedicar este anuncio a mi madre: la abuela más inmensamente dulce que he conocido jamás...

jueves, 15 de diciembre de 2011

Un precioso monumento al niño no nacido


El pasado 28 de octubre 2011, en Eslovaquia, se inauguró el monumento al niño no nacido, obra de un joven escultor de ese país. El monumento expresa no solo el pesar y arrepentimiento de las madres que han abortado, sino también el perdón y el amor del niño fallecido hacia su madre.

La ceremonia de inauguración contó con la presencia del ministro de Salud de ese país. La idea de construir un monumento a los niños no nacidos fue de un grupo de mujeres, madres jóvenes, que se han comprometido en la noble tarea de difundir el valor de toda vida humana, y en hacer más consciente a la humanidad del daño que se inflige no sólo a un ser indefenso, sino también a la madre, al padre, a la sociedad y a las familias de toda una nación.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Spot de la semana: "¿Qué sería la Navidad sin 'ellos'?"

Se acerca la Navidad, la época más feliz del año; la época de la infancia, de la inocencia, del volver a ser niños… o, al menos, de intentarlo. Es la época de los buenos propósitos, de los anhelos más altos (paz, dicha, amor) y de los deseos de felicidad. Es la época del perdón y del reencuentro, de volver a la amistad y a la familia. Por eso es también la época del cariño, del recuerdo de los seres queridos, de todo lo bueno… porque queremos ser buenos otra vez, y regalar a los demás lo mejor de nosotros mismos.

Es la época de compartir abrazos, recuerdos, ilusiones... Y todo, porque hace dos mil años nació Dios en un portal. Fue el mayor regalo de la historia: el auténtico reencuentro, el mayor abrazo, el mayor perdón… Pero de esto casi nos hemos olvidado.

En este spot se reúnen muchas de estas cosas que anhelamos en estas fechas: amor, cariño, familia, amistad. En él descubrimos que el verdadero regalo no es nada costoso ni extraordinario: son las personas, nuestros seres queridos, con los que convivimos a diario.

Todos nos quejamos de una madre que insiste en que vayamos a comer los domingos, de un padre que nos trata como si nunca hubiéramos crecido (…). Nos quejamos de un amigo que no para de llamar (…); de una novia que pregunta en qué piensas, o de un novio que nunca lo pregunta... Y, de pronto, llega la Navidad, y pensamos: ¿qué sería de nosotros sin ellos...?

Os dejo que veáis el final. ¡Feliz Navidad! Y que los buenos anuncios nos ayuden a ser mejores.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Spot de la semana: "Esperando los regalos de Navidad"

En estas semanas previas a la Navidad, los niños empiezan ya a soñar con los regalos que les traerán Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Su anhelo de juguetes parece crecer de día en día, y no es raro que acabe convirtiéndose en una dulce obsesión. A veces, hasta llegan a ponerse un poco pesados…

Puede parecer que es un síntoma de egoísmo infantil. Pero eso sería un juicio demasiado apresurado. Junto al anhelo, hay también ilusión, sueño, alegría compartida. Ese deseo infantil puede ser pieza de unión con los hermanos y con toda la familia. Y hasta es un síntoma de que el niño sabe lo que estamos celebrando. Es el cumpleaños de Jesús, ¿por qué no vamos a celebrarlo? Decoramos las calles y las plazas, ponemos adornos y belenes… como cualquier niño hace en el día de su aniversario. E invita a todos los niños, y les da regalos.

Por eso, junto al deseo ferviente de recibir obsequios, surge en los pequeños el deseo de dar, y de compartir. Surge lo mejor de nosotros: esa inocencia que ellos aún tienen y que tantas veces anhelamos los mayores. Sí, como sale a relucir en este anuncio, la espera de los regalos de Reyes es también una ocasión para dar, y para ser feliz compartiendo con los demás. Todo un ejemplo para los que ya no somos tan niños…

lunes, 28 de noviembre de 2011

Spot de la semana: "El amor supera las distancias..."

La sección "Spot de la semana" ha superado ya los 60 artículos. Es un buen momento para recordar algunos de los anuncios que más interés suscitaron. Empiezo por éste, que a mí me sugiere... ¡tantas cosas!

El spot de esta semana recibió varios premios internacionales, entre ellos un León de Oro en el Festival de Cannes de 2009. Fue realizado por la Agencia J. Walter Thompson de Buenos Aires, bajo la dirección de Andy Fogwill.

Narra la historia de una limpiadora de un gran hotel cuya vida está sumida en la más completa rutina. Una noche, accidentalmente, pulsa el botón de la videoconferencia, y al otro lado de la pantalla aparece un vigilante nocturno de un país muy lejano. Ambos se miran, y sus miradas lo dicen todo. La limpiadora apaga la conexión, pero algo queda en la mente de ambos.

Cuando, al día siguiente, pulsa de nuevo la videoconferencia, el vigilante es sorprendido mientras se peina… por si ella “regresa”. Es la hora de las presentaciones. Ella es Clara, y vive en Buenos Aires. Él es Vladimir, y vive… ¡en Moscú, a 13.500 kilómetros!

Pero no importa. “Mañana, a esta misma hora”. Es todo lo que ella dice, por gestos. Y empieza así esta maravillosa historia de amor. Una historia que nos dice algo a los hombres de todas las culturas: el amor puede surgir, y crecer, y hacerse fuerte, también en la separación. El amor es más fuerte: supera todas las distancias.

Lo más conmovedor es el carácter humilde de los protagonistas. Dos personas sencillas que nunca hubieran sabido nada el uno del otro, sino hubiera sido gracias a la tecnología. Una historia de amor entre desheredados: no tienen nada, pero a la vez lo tienen todo. Porque en esa “cena de gala” no hay nada que les separe. Una bella parábola para nuestra sociedad: hiperconectada pero totalmente aislada. Y una historia muy bien contada, en pocos planos –los necesarios–, que ayuda a creer en el amor, en la amistad, en las cosas buenas de la vida. (Por cierto, la canción "Quelqu'un m’a dit" es interpretada por Carla Bruni).


jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Cuánto cuesta la intimidad de nuestros menores? El caso YouTube

(Por Ana Mª Medina)

La semana pasada conocíamos que el portal de vídeos YouTube pagaba a los padres por subir vídeos graciosos de sus hijos. Efectivamente, los vídeos protagonizados por niños generan una gran expectación. Los juegos y gestos de los más pequeños provocan un aluvión de visitas y se convierten a menudo en fenómenos virales. La idea del gigante audiovisual consiste en compartir los beneficios publicitarios producidos por el video con los progenitores del protagonista. Los beneficios pueden llegar a alcanzar los 116.000 euros, según el diario The Telegraph.

Todos hemos disfrutado alguna vez con el ataque de risa o la rabieta de un niño, especialmente cuando el hijo es de otro. El grabarlo de forma casera es algo respetable para aquellos que quieran mantener un recuerdo de “esos locos bajitos” cuando todavía son “comestibles”... sin embargo, la utilización de su imagen más vulnerable para sacar un beneficio económico despierta algunas reservas éticas. ¿Es lícito utilizar la imagen de un hijo en este tipo de situaciones?

La legislación española reconoce el derecho de los menores al honor, la intimidad y la propia imagen (Ley 1/1996, Ley 1/1982, Ley 7/2010) y lo defiende especialmente del uso de sus imágenes cuando sea contrario a sus intereses o constituya un perjuicio físico, psicológico o moral para el menor.

El profesor Siso Martín afirma que “aquellos casos en que una persona explote el relato de su intimidad e incluya en ello a menores, deben ser objeto de tratamiento por el Ministerio Fiscal, de acuerdo con la protección legal del interés superior del menor” (Revista Pediatría de Atención Primaria, nº 46). Así sucede en efecto cuando se trata de personajes famosos, pero cuando quienes utilizan la intimidad de sus hijos para hacer negocio son personas anónimas, la ley parece no ser aplicable.

El programa Supernanny, emitido en Cuatro, es otro ejemplo de un uso cuestionable de la imagen infantil. El menor aparece en este espacio con un claro menoscabo a su honra. Sus comportamientos más agresivos y antisociales son mostrados en contra de su voluntad, dentro de la intimidad de su hogar, sin cortapisas. Bajo una mirada ética y bajo el amparo de la Constitución, esta práctica televisiva aparece como contraria a los intereses del niño, a pesar del consentimiento de los padres.

Las nuevas formas comunicativas plantean nuevos y grandes retos. La ilimitada potencialidad de la comunicación genera volúmenes de información incontables. Cuando esta información está relacionada con menores, la cuestión ética debería ser la primera en entrar en juego, debido a su vulnerabilidad e indefensión. ¿Alguien se ha parado a pensar que esos niños serán adultos algún día? ¿A algunos de nosotros nos hubiera gustado que Supernanny o YouTube aparecieran en casa en plena “adolescencia infantil”?

lunes, 21 de noviembre de 2011

Spot de la semana: "Amar al otro con sus defectos"

Amar a otra persona supone quererle como es, con sus cualidades y con sus defectos. Y esto, que es decisivo en la amistad, es mucho más importante cuando esa persona es nuestra mujer, nuestro marido: aquel ser increíble con el que deseamos compartir la vida entera.

El noviazgo fue, sí, maravilloso. Y también los primeros meses de matrimonio. Pero luego, con el paso del tiempo, empiezan a percibirse con claridad sus pequeñas deficiencias. En este anuncio que me manda Mauricio Artieda, seguidor del blog, se muestran algunos defectos que podríamos calificar "de pequeña importancia". La mujer que nunca deja el asiento del coche en su sitio cuando lo ha utilizado. El chico descuidado que mancha la tapicería cuando come en el salón viendo la tele. La esposa que hace siempre una maleta inmensa cuando se va sólo por un par de días. Y el marido que se lava los dientes en la cocina, mientras hojea distraídamente un libro.

No podemos perder los nervios porque -un día y otro- nuestra pareja cometa el mismo error de siempre, ese que le hemos señalado una y otra vez. Entre otras cosas, porque también tiene sus virtudes (tenemos que recordárnoslas cuando veamos claramente sus defectos). Y también por dos cosas más: porque le amamos y porque esa persona nos ama.

En el spot, la música dulcifica cada pequeño desastre, de manera que vemos cada defecto como algo humano, disculpable, sin importancia. Y, sobre todo, está la mirada del otro. Esa mirada alegre y enamorada -lo más precioso del spot- que es lo que permite amar al otro con sus defectos y decir siempre: "Sí, quiero".

jueves, 17 de noviembre de 2011

Las madres son las mejores...

Fue la conclusión del gasolinero, resfriado, que me atendió hace unos días. Igual que se han catalogado las conversaciones de ascensor, podemos hablar también de los diálogos de gasolinera. Fue, en un día de lluvia, algo parecido a lo que sigue:

-Buenas, ¿qué le pongo?
-20 de diésel
-¿Extra?
-No, no... Gracias.

Tras un breve silencio, el gasolinero arranca, amparado en un buff que le protege el cuello:

-Estoy sopa. Debo de haber pillado un virus o algo.
-Pues debe de ser una pasa. Además, con este frío...
-Ya.
-Pero bueno, al menos llevas buff y abrigo...
-Mi madre, que me obliga. Está en todo.
-Típico
-Las madres son las mejores.
-Ya te digo.

Y nos despedimos y me alejo en el coche, mientras pienso que no hay que razonarlo todo: la vida misma te hace concluir, con sobradísimas razones que obviamos al hablar, que las madres son las mejores.

(Blog Cartas en el olvido)

lunes, 14 de noviembre de 2011

Amor e imaginación en una campaña: "Pastillas contra el dolor ajeno"


Hay campañas que nos gustan porque son emotivas, alegres o simplemente divertidas. Y hay campañas que nos hacen pensar; que se quedan en nuestra memoria porque apelan a nuestra conciencia, a nuestra solidaridad.

Una de ellas es "Pastillas contra el dolor ajeno", que ha obtenido un apoyo popular formidable. Nos conmueve que uno pueda tomarse una medicina y que otros -en la zona más depauperada del planeta- puedan curarse gracias a nuestra acción. Nos divierte que un simple caramelo (porque en eso consiste el medicamento) pueda curar y llevar la felicidad a otros. Y nos conmueve, profundamente nos conmueve, que de verdad podamos hacer algo por quienes sufren enfermedades que están fuera de todo circuito sanitario.

"¿No estaría bien que, nosotros que tenemos medicamentos para todo, pudiésemos tomarnos una pastilla-caramelo que ayudara a calmar el dolor de los que no tienen acceso a nuestros tratamientos? Así se aliviarían -señalala ONG- algunas enfermedades olvidadas como el Kala azar, la tuberculosis, la malaria, el Chagas, la enfermedad del sueño o el Sida infantil".

Cada día mueren en el mundo 8.000 personas a causa de enfermedades “marginales”, pero que –esto es lo triste- en la mayoría de casos tendrían solución si hubiera presupuesto. Para recordar a cada una de ellas, la ONG Médicos Sin Fronteras puso en marcha una campaña solidaria en la que diversas caras conocidas 'recetan' pastillas contra el dolor ajeno.

Rostros como los de los futbolistas Andrés Iniesta o Xabi Alonso, los presentadores Andreu Buenafuente, Manel Fuentes o Eduardo Punset, el cocinero Ferrán Adrià o los cantantes Pau Donés y Alejandro Sanz, se han puesto manos a la obra en esta campaña, cuyo broche de oro es el spot del cineasta Luis García Berlanga. Éste sería su última interpretación delante de la cámara, antes de fallecer el 13 de noviembre del año pasado.

En este breve reportaje (5 minutos) se puede ver toda la maravillosa gestación de esta campaña -el "así se hizo"- que nos hace partícipes del esfuerzo que supone la producción de un anuncio y la imaginación que se necesita para que una gran idea pueda llegar a todo el mundo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Spot de la semana: "El amor es ingenioso.- El poder de las palabras"

Una vez oí esta expresión en labios de una persona sabia: "El amor es ingenioso". Con el tiempo, he podido comprobar muchas veces la profunda verdad que encierra.

Cuando alguien siente un verdadero afecto por otro (el marido por la mujer, la mujer por el marido, alguien por su amigo, por su padre o por su hijo) su inteligencia se agudiza, su imaginación se multiplica. El amor da alas a la memoria, al ingenio y a la prudencia. Y se sabe cómo acertar, cómo agradar al otro.

En la historia que nos narra este spot, una mujer cualquiera que pasa por la calle se siente movida por la indigencia de un vagabundo. Su amor le lleva a ver lo que otros no ven, a darse cuenta de lo que a otros ni siquiera reparan en ello. Pero no sólo eso: el amor, que es ingenioso, le lleva a dar con la clave para solucionar la situación de aquel hombre.

Cuando el amor se alía con la imaginación, ¡qué capacidad tan grande se libera para resolver los problemas de los demás!

Pero en este anuncio descubrimos también el inmenso poder de las palabras. Con ellas podemos herir, destrozar, aniquilar la reputación de alguien... pero también lograr las cosas más altas: alabar, educar, compartir, comunicar, instruir, ayudar, deleitar, dialogar... y, sobre todo, amar. ¡Qué gran cosa es amar con las palabras, y ayudar a los demás con ellas!

jueves, 3 de noviembre de 2011

El infinito amor de una madre: sacrificar la vida por su hija

Stacy Crimm sabía que sólo un agresivo tratamiento de quimioterapia podía salvar su vida, pero decidió proteger a la bebé que llevaba en el vientre y se negó a recibirlo. Dio a luz a su hija Dottie Mae, y pudo sostenerla en sus brazos antes de morir.

En febrero de 2011 y con 41 años de edad, Stacy estaba convencida de que nunca tendría un hijo, pues los médicos le habían dicho que nunca sería capaz de concebir. Sin embargo, en marzo de este año supo que esperaba un bebé y eso le llenó de una alegría inmensa.

Pocas semanas después comenzó a padecer severos dolores de cabeza, visión doble y temblores. Le hicieron diversas pruebas, y en el mes de julio una tomografía computarizada reveló que tenía cáncer de cabeza y cuello. Los médicos le dijeron que tenía que escoger entre su vida y la de su bebé. Su decisión fue inmediata. Stacie renunció a la quimioterapia con la esperanza de sostener a su bebé sano en los brazos antes de morir.

Stacie fue capaz de sobrevivir durante el embarazo gracias a la ayuda de su familia. El 16 de agosto, Stacie sufrió un desmayo y fue llevada al hospital, donde los médicos le informaron de que el tumor comprometía ya su vida. Dos días después, le practicaron una cesárea. Dottie Mae nació con sólo 5 meses y un peso de 940 gramos, menos de un tercio de lo normal. Madre e hija ingresaron en cuidados intensivos. Pero ella estaba feliz en todo momento. "Este bebé era todo lo que tenía en el mundo", afirmó su hermano Ray, a quien Stacie le encomendó la tarea de velar por su hija.

Stacie luchó para sobrevivir al parto y resistió por varias semanas. Estaba muy débil para sostener a su bebé, y su bebé estaba muy débil para ser llevada a los brazos de su madre. "Le mostrábamos fotos, y ella lloraba por no poder tener a su hijita en brazos", añadió Ryan.

El 8 de septiembre Stacie dejó un tiempo de respirar, pero luego reaccionó. El personal médico advirtió a la familia de que estaba muy cerca de la muerte. Una enfermera, conmovida por el drama de esta mujer, organizó una operación desesperada y consiguió una unidad de cuidados intensivos en forma de cápsula para transportar a Dottie Mae hacia su madre. Las enfermeras llegaron con Dottie Mae y la pusieron sobre el pecho de su madre. Las dos se miraron a los ojos durante varios minutos.

Stacie murió tres días después. Su funeral fue el 14 de septiembre de 2011. En su obituario escribieron: "Dottie Mae fue la luz de su vida y su mayor logro. Ella optó por dar vida a su hija en lugar de tomar un tratamiento contra ella".

Dottie Mae fue dada de alta una semana después, y ahora vive con Ray, su esposa Jennifer y sus cuatro hijos en su casa de Oklahoma City. "Creo que es un milagro. Yo sólo quiero hacer lo que sea mejor para ella y lo que Stacie nos pidió que hiciéramos", afirma Jennifer.

(Aciprensa)

domingo, 30 de octubre de 2011

Elogio de la valentía y de la amistad: "Tintín: El secreto del Unicornio"

Por fin llega a las pantallas esta esperada película de Steven Spielberg, íntegramente rodada en animación por captura de movimiento y en 3D estereoscópico. En ella, Spielber, con Peter Jackson como coproductor, adapta tres de los 24 álbumes de Tintín, el joven periodista de cómic, curioso y aventurero, creado en 1929 por Hergé. Unos álbumes que han sido traducidos a 80 idiomas, y de los que se han vendido más de 350 millones de ejemplares en todo el mundo.

En concreto, el filme de Spielberg integra elementos de El cangrejo de las pinzas de oro (1940-1941), El secreto del Unicornio (1942-1943) y El tesoro de Rackhman el Rojo (1943). Lo mejor de la película es la libertad creativa con que Spielberg afronta la recreación del universo imaginado por Hergé, sin dejar de ser fiel al espíritu de los cómics originales.

Su animación sigue mostrando las limitaciones de la captura de movimiento a partir de las interpretaciones previas de actores, sobre todo en los andares de Milú y otros animales. Pero, a la vez, permite a Spielberg desplegar una planificación impresionante, llena de tomas imposibles para la imagen real, en la que deslumbran sus muchas virtudes como narrador de historias, así como el esmeradísimo trabajo de todo su equipo en el diseño de personajes y en la elaboración de unos fondos sencillamente antológicos.

Esa excelencia técnica se articula en un guión chispeante –eficaz tanto en la intriga como en el drama o el humor–, desarrollado a ritmo trepidante por el sensacional montaje de Michael Khan. Por su parte, el veterano John Williams acierta en su arriesgada partitura musical –menos sinfónica y más minimalista de lo que es habitual en él–, y redondea así una gran película para todos los públicos, algo violenta en alguna escena, pero que refleja muy bien el elogio de la honestidad profesional, la amistad y la valentía del popular personaje de Hergé, uno de los grandes del noveno arte.

(Jerónimo José Martín, Aceprensa)

jueves, 27 de octubre de 2011

Tsunami de Australia: "¡Salven primero a mi hermano!"


El 12 de enero de 2011, la señora Donna Rice y sus dos hijos, Jordan y Blake, de diez y trece años de edad, regresaban a casa después de hacer unas compras. Llovía mucho. Eran conscientes del mal tiempo que reinaba durante esa semana en la mayor parte del país, especialmente en la zona donde vivían, en los suburbios de Brisbane, la tercera ciudad más populosa de Australia. Lo que no podían imaginar era que en poco tiempo estarían rodeados sin remedio por el agua.

La tromba de agua que aquella tarde arrasó Toowoomba, en la zona oeste de Brisbane, fue descrita por testigos presenciales como un furioso tsunami que arrastraba automóviles, arrancaba árboles y destruía viviendas con enorme facilidad.

La familia Rice no tardó mucho en darse cuenta de que sus vidas corrían peligro. La madre llamó a los servicios de emergencia, que le recomendaron permanecer dentro del vehículo. Pero a los pocos minutos se vieron arrastrados por la corriente. Enseguida se encontraron con que estaban ya en esa delgada línea que separa la vida de la muerte. Finalmente el coche se detuvo, pero el nivel del agua seguía creciendo, por lo que Donna y sus dos hijos tuvieron que subirse al techo del automóvil. El conductor de un camión que pasaba por allí logró descolgarse con una cuerda y llegar hasta ellos. Tendió la mano a Jordan, pero su respuesta fue muy clara: “Salve primero a mi hermano.

Así lo hizo aquel hombre, que logró poner a salvo a Blake, pero la cuerda se rompió cuando intentaba salvar a su madre y a Jordan, que fueron arrastrados aguas abajo. Pudieron aferrarse a un árbol durante unos minutos, pero enseguida fueron absorbidos por la corriente y perecieron.

Esta historia, dramáticamente real, nos permite considerar un tema tan fundamental como es la capacidad de renuncia a uno mismo por amor al otro. Jordan Rice no dudó en pedir que salvaran primero a su hermano, probablemente con plena conciencia de que se jugaba con ello la vida. Su generosidad le permitió superar un estado de miedo en el que sin duda su instinto de conservación le empujaba a salvarse él primero. Su gesto es un claro testimonio de lo que puede ser capaz el hombre, una muestra de que en su interior hay siempre semillas de grandeza, arranques generosos que hacen el mundo más humano y más habitable, más llevaderas las penas que cualquier vida encierra.

Me pregunto, como su padre, por qué Jordan hizo aquello, qué pasaría por su mente en esos momentos. Su reacción sería, supongo, la de su modo de ser habitual. Aquel chico estaría educado en ese sencillo sentido de centrar la vida en los demás, habría aprendido a sacrificarse por ellos, a sentir lo de los demás como propio. Aquella familia, no sabemos si de mucha cultura pero desde luego de enorme sabiduría, quizá de pocas letras pero gigante en los valores que engrandecen la vida de los hombres, ha sido tierra fértil para que surja esa excelencia moral.

Su vida ha sido breve, pero seguro que con más sentido y mejor vivida que muchas otras muy largas y relevantes, puesto que lo importante no es cuánto se vive, sino cómo se vive.

Alfonso Aguiló (Hacer Familia)

lunes, 24 de octubre de 2011

Spot de la semana: "¡Nunca te olvidaremos, papá!"

El Alzhemier es denominada "la enfermedad del olvido". Es una enfermedad degenerativa de las neuronas, de carácter progresivo, que actualmente no tiene curación. Las personas que lo padecen ven poco a poco cómo va desapareciendo su vida, su historia; las relaciones que alimentaron durante años, el recuerdo de sus seres queridos. Su vida va disolviéndose en la nada, y eso no es fácil de asumir.

Pero si es terrible para los enfermos, más terrible y más angustiosa aún resulta esta para quienes están a su lado: amigos, vecinos... y, sobre todo, familiares. Ellos ven, impotentes, cómo el abuelo o el padre o el tío se les va sin remedio: les roba su memoria, su alma, su cariño. La enfermedad avanza inexorable día a día, impertérrita, como un cáncer del espíritu que sufren angustiados quienes están a su alrededor.

En España afecta a cerca de 800.000 personas, lo que se traduce en que una de cada 10 personas mayores de 65 años. Pero esta cifra, en sí ya muy alta, se dispara al 25% de la población cuando superan los 85 años. Ciertamente, es algo que nos incumbe a todos.

En esta situación, sólo caben dos reacciones. La primera es aceptar la enfermedad: lo que sucede no es culpa suya, ni nuestra. Y si nada podemos hacer por evitarla, aceptémosla, aprendamos a convivir con ella. La segunda es encontrar en esa situación otra forma de demostrarle nuestro cariño, de hacerle ver -porque el enfermo siempre se da cuenta- de que estamos a su lado y de que él es lo más importante de nuestra vida.

Hay una película que lo muestra maravillosamente: La habitación de Marvin (1996), de Zerry Zaks. En ella se nos muestra la diferente reacción de dos hermanas ante la enfermedad degenerativa de Marvin, que le obliga a permanecer en cama, con oxígeno, incapaz de pronunciar palabra. Bessie (Diane Keaton) ha cuidado abnegadamente de su padre, dedicándole lo mejor de su tiempo y cariño, renunciando a planes personales. Lee (Meryl Streep) prefirió alejarse de lo que parecía una vida inútil, con la excusa de atender sus propios asuntos. La enfermedad volverá de nuevo a unirlas, precisamente en aquel lugar que les separó: la habitación de Marvin. Una buena ocasión para volver a ver ese filme.

lunes, 17 de octubre de 2011

Spot de la semana: "El infierno de los periodistas"

Hay una virtud que todos los lectores de prensa diaria esperamos encontrar en quien nos informa; una virtud que, sin duda, debería ser la primera que los profesores de la Facultad de Ciencias de la Comunicación deberíamos suscitar en nuestros alumnos.

Una virtud que todo informador (en cualquier medio y en cualquier género periodístico) debería tener como principal guía de actuación: el amor a la verdad.

¡Son tantas las solicitaciones a las que se ve sometido un periodista! Una primicia sensacional... pero sin confirmar; un reportaje en exclusiva... pero manipulado por las fuentes; una ocasión de triunfo profesional... pero edificado sobre la mentira. Sí, son tantas las tentaciones que le acechan, que el ejercicio diario de esta virtud requiere una fortaleza interior muy grande. Requiere honestidad, prudencia, ecuanimidad, mesura y, sobre todo, respeto a las personas y a los hechos.

Nada puede ser tan deseado y anhelado por el periodista como la verdad. Sin el afán de buscarla y de encontrarla, no hay ciencia ni conocimiento, y tampoco periodismo.

Sí, son tantas las solicitaciones... que deberíamos insistir más en la formación ética de los periodistas; más aún que en la formación cultural o en la meramente técnica.

En este spot, titulado significativamente "El infierno de los periodistas", se alude a varias de esas solicitaciones, quizás las más vehementes o las más frecuentes. Viéndolo, podemos aprender una gran lección sobre el buen periodismo, pero también descubrir algo para nuestras vidas. Y es que, si no buscamos decididamente la verdad, nos convertiremos en marionetas, y nuestras decisiones son movidas por hilos que nunca terminamos de descubrir: la vanidad, el orgullo, el afán de dinero o de poder...

Lo único que nos libera de todo eso es lo mismo que engrandece la noble e importantísima tarea del periodista: el amor a la verdad.

jueves, 13 de octubre de 2011

"Un año más", de Mike Leigh: Historias sobre la familia y la amistad


(Por José Mª Aresté, Aceprensa)

Primavera, verano, otoño, invierno. Un año más, un año menos. Al ritmo estacional seguimos en las cercanías de Londres a un feliz matrimonio que componen Tom, ingeniero geólogo, y Gerri, terapista ocupacional, y sus alrededores: el hijo que no acaba de encontrar novia, la inestable compañera de trabajo de Gerri, el amigo maduro y algo tosco, el hermano que acaba de enviudar.

Historias corrientes sobre la familia y la amistad que tienen la virtud de cobrar un valor extraordinario. Con su parte tierna, su regusto de amargura, e inconfundibles señas de autenticidad.

El británico Mike Leigh (Secretos y mentiras) es un auténtico poeta de lo cotidiano, sabe pintar a la gente de la calle, y mostrar sin estridencias sus cualidades y defectos. Aquí tenemos a un reparto maravilloso, que sabe componer bien a un matrimonio bondadoso, aunque a veces se les empuje hasta el límite de su paciencia: estupendos Jim Broadbent y Ruth Sheen.

Formidable se muestra también Lesley Manville: su personaje se prestaba al histrionismo, y ella la dota de un equilibrio maravilloso en su desequilibrio. Podríamos jugar a repasar todo el reparto y de cada actor extraeríamos valiosas lecciones humanas y de interpretación. Bastan unos instantes en pantalla a Karina Fernandez para que la veamos como la nuera ideal, o a Imelda Staunton para saber que la vida acarrea muchas veces toneladas de sufrimiento, que nos empeñamos en deglutir en soledad.

Hay también acierto en la dirección artística. La paleta de colores corresponde a cada época del año, y en especial los grises desoladores del invierno acompañan muy bien la historia luctuosa, donde se atan los cabos para indicarnos que, pasado un año, la vida continúa, prometedora e incierta.


lunes, 10 de octubre de 2011

Spot de la semana: "El amor a las propias raíces"

Mi amigo Rafael Cañizares, seguidor del blog y amante de la buena cerveza, me envía esta campaña de Cruzcampo, que se estrenó en diciembre de 2009: "Hecha de Andalucía".

¿Por qué la he seleccionado? Porque es simpática, divertida, amable; porque trasmite optimismo y ganas de vivir... Pero, sobre todo, porque habla de un valor que hoy en día está de capa caída y muy necesitado de que lo recuperemos. Me refiero a la virtud de la piedad: no en el sentido de compasión hacia el que sufre (que es una acepción derivada), sino de la "pietas" clásica: la virtud que nos lleva a reconocer y agradecer todo lo que hemos recibido de nuestros mayores: de nuestros padres, de nuestros antepasados, de nuestra tierra.

En el sentido más alto, y en un contexto religioso, la piedad nos lleva a reconocer lo que hemos recibido de Dios: la vida, el ser, sus dones, su ayuda siempre. En un segundo nivel, la piedad nos lleva a los hijos a reconocer lo que debemos a nuestros padres, y a desear cuidarles -más aún cuando no pueden valerse por sí mismos- porque nos han transmitido la vida, la educación, el cariño... ¡todo! En un sentido más amplio, la piedad nos lleva a reconocer lo que debemos a nuestros maestros, educadores, amigos... a todos los que nos han ayudado en nuestra vida, quizás en los momentos difíciles. Y, finalmente, la piedad nos mueve a reconocer la deuda contraída con quienes han forjado nuestra historia y con la tierra en la que hemos nacido.

Sí, de nuestra tierra hemos recibido mucho: hemos heredado una cultura, un carácter, un paisaje, una forma de ser. Eso no nos separa de quienes tienes otra tierra y otras raíces, pero sí nos proporciona identidad. Sabemos quiénes somos, y nos orgullecemos de ser así. Eso es un valor que compartimos y que, siendo cada uno único e irrepetible, a la vez nos hace compatriotas; de alguna forma, no sólo simbólica, nos hace hermanos. Yo, que no nací aquí pero que llevo en Andalucía 18 años, siento una enorme deuda de gratitud por todo lo que he recibido en esta tierra.

Esta es una campaña en la que Cruzcampo se enorgullece de sus raíces andaluzas. Y rinde un precioso homenaje -a la vez poético y divertido- a la impronta y al carácter andaluz. Empieza con una declaración y con un recuerdo histórico: "Andalucía no es donde termina Europa, es donde empieza. Aquí es donde se inició el Nuevo Mundo..."

Después viene ese canto emotivo al carácter de Andalucía. "El andaluz no es un acento, es un castellano entre amigos. Nuestros trajes no se lucen, ¡son de luz! En Andalucía no nos dan miedo los cuernos, los toreamos. No andamos por la calle, ¡la vivimos!". Por eso aceptamos la chispa y la gracia de esta sentencia: "Y en Andalucía no exageramos, son los demás los que se quedan cortos".

Sí, el amor a las raíces, la piedad hacia quienes nos han precedido, es el gran valor de este anuncio. Ahí está nuestro carácter y nuestra historia. Ahí está todo cuanto amamos y somos. Porque, en parte, es verdad que estamos hechos de Andalucía. ¡Y nos sentimos bien orgullosos!


viernes, 7 de octubre de 2011

7 Películas recientes con valores familiares (y 2)

(Continúa el artículo de Corinne Mannella iniciado el miércoles 5 de octubre).

- Up (Pete Docter and Bob Peterson, 2009). El anciano viudo Carl se embarca en una aventura para cumplir el sueño de una vida de su difunta esposa, explorar la Cascada del Paraíso en Sudamérica, cosa que Carl lleva a cabo con su casa volante arrastrada por miles de globos llenos de helio. Este éxito de la Disney-Pixar está repleto de elementos imaginativos infantiles y de divertidísimas ocurrencias, todas ellas integradas en el marco de un feliz matrimonio y del valor de las relaciones familiares. En los primeros 10 minutos del film, que resumen la entera vida matrimonial de la pareja, se ilustran un buen puñado de ideales: la belleza de la fidelidad matrimonial, el amor que mueve a los esposos a buscar el bien del otro y a vivir en modo extraordinario las cosas pequeñas de la vida ordinaria, la apertura a la vida, compartir los sufrimientos, etc. Al final de su arriesgada expedición, Carl se da cuenta que su aventurera esposa ha cultivado su “ordinario” matrimonio como la mayor aventura de su vida. La subtrama, con Russell, el estrafalario scout y náufrago familiar de ocho años que busca conseguir un badge, muestra sutilmente las penosas consecuencias que los matrimonios rotos producen en los hijos.

- Las crónicas de Narnia (The Lion, the Witch, and the Wardrobe-2005, Prince Caspian-2008: Andrew Adamson; The Voyage of the Dawn Treader-2010: Michael Apted). Las adaptaciones cinematográficas de las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis son una excelente expresión de verdades y valores cristianos. Las películas muestran con claridad la diferencia entre el bien y el mal y la continua guerra entre ambos. Aslan, figura de Cristo, ofrece su vida como sacrificio para salvar la vida de uno de los hermanos Pevensie y después torna a vivir. La película presenta la “magia” como símbolo de lo que la fe cristiana entiende como signo de la presencia de Dios en el mundo, o “gracia”. Incluso la resurrección de Cristo es explicada con la figura de una víctima inocente que entrega su vida. En Narnia el bien supera al mal. La esperanza es más fuerte que la desesperación. Hay también una clara percepción de la recompensa por el bien hecho, un “cielo”; se llama el país de Aslan y, simbólicamente también, se encuentra en el Este.

- El discurso del Rey (Tim Hooper, 2010). El Rey Jorge VI lucha afanosamente por superar su tartamudez, acentuada por el peso del discurso que tras su repentino ascenso al trono debe pronunciar a través de la radio, al alba de este nuevo medio de comunicación. La figura admirable del rey presenta nobles virtudes humanas, entre otras: tenacidad, abrazar las propias responsabilidades en todo lo que exigen, sacrificarse por el bien de los demás, desde sus hijos hasta la patria. Estas virtudes contrastan con la molicie e irresponsabilidad de su hermano mayor. En este exquisito film, ganador de varios Oscar, e inspirado en una historia verdadera, los papeles secundarios sirven para ilustrar figuras ejemplares: una mujer que ama, sostiene y es leal al marido; un cómico logoterapista de métodos heterodoxos que se convierte en un fiel amigo del rey y a quien ayuda a pronunciar su discurso radiofónico con el que Inglaterra declara la guerra a la Alemania nazi.

El Corto

- The Butterfly Circus (Joshua Weigel and Nick Vujicic, 2010). Un manco que forma parte de una sórdida barraca de feria de pueblo encuentra un nuevo circo donde descubrir su valor. La historia provoca la reflexión a la vez que despierta nuestro sentido de sobrecogimiento. A personas rotas por sus pecados o que, a los ojos del mundo, son despreciados por sus defectos físicos, se les da una nueva oportunidad para comprender su propia dignidad. Los miembros de este circo testimonian que la belleza puede nacer de las cenizas. Sus vidas son transformadas en obras de arte y sirven para inspirar a otros, generan alegría y dan paz. Disponible por el momento sólo en inglés en www.thebutterflycircus.com, con subtítulos en italiano y español en Youtube, este corto de 20 minutos se llevará a la gran pantalla en versión extensa.

jueves, 6 de octubre de 2011

7 Películas recientes con valores familiares

(Por Corinne Mannella, Análisis y Actualidad)

Leer una historia puede constituir una experiencia personal enriquecedora, que despierta nuestro sentido de asombro, que abre la mente para preguntarse y entender realidades humanas profundas con una nueva luz y mayor profundidad en la que el corazón es movido a aspirar a valores altos encarnados en las tramas y en los personajes.

Una experiencia similar puede darse cuando se ven películas, con la diferencia que en el cine la experiencia puede ser compartida con quienes están junto a uno, especialmente con la propia familia.

Como en todas las narraciones, no es sólo la enseñanza moral de la historia la que deja una huella en la persona, sino el modo en que esa enseñanza moral se plantea. Muchos films son producidos para enseñar algunos valores humanos, a menudo compartidos por la ética cristiana. En décadas recientes, muchos otros films contradicen una visión moral o desdibujan el mensaje en el proceso de contar la historia.

He identificado seis éxitos de Hollywood y un corto que consiguen transmitir valores familiares a través de la historia, los personajes y la puesta en escena. Han sido éxitos comerciales, a la vez edificantes y entretenidos, de cuya visión vale la pena gozar en familia.


- Amazing Grace (Michael Apted, 2007). Una intensa experiencia religiosa a resultas de un encuentro personal con Dios, lleva a William Wilbeforce a comprometerse en la lucha por la abolición de la esclavitud. Además del neto mensaje de que todos los hombres han sido creados iguales, se muestran muchos otros valores morales en esta película inspirada en una historia verdadera. Su conversión espiritual lleva a Wilbeforce a relativizar sus ambiciones mundanas. El personaje muestra el valor de la entrega, de la humildad, de la perseverancia por una causa justa cueste lo que cueste. El matrimonio se presenta en una luz positiva: el amor de su esposa rejuvenece su esperanza para seguir luchando por la causa en la que cree. Su mujer, audaz y brillante, los sostiene con su genio y apoyo. El film mueve a los espectadores a luchar por cosas grandes, como el sacrificio por la justicia y la paz para la humanidad.

- Prueba de fuego (Alex Kendrick, 2008). Un joven bombero intenta 40 caminos para salvar su matrimonio, a punto de romperse en parte por su culpa. A medida que se desenvuelve la historia, cambia el modo en que marido y mujer se ven mutuamente y cambian ellos mismos. El resultado es que su vida matrimonial se renueva. Esta divertida y conmovedora película muestra que merece la pena luchar y sacrificarse por el matrimonio, por un compromiso de fidelidad de por vida. Al final, la cualidad del matrimonio de ser a “prueba de fuego” (la metáfora del título en inglés es evidente: fireproof) es preservada y demostrada. Una crítica común al film es el tono moralizante que lo puede hacer menos atractivo a algunos espectadores, no obstante su buena construcción narrativa y visual.

- Horton (Jimmy Hayward and Steve Martino, 2008). Basado en el relato para niños del Dr. Seuss, el elefante Horton lucha para salvar la comunidad de animales que viven bajo un conjuro, y que ninguno de ellos cree que exista. Esta cinta de dibujos animados de larga duración saca, de la sencilla historia para niños, temas filosóficos como el concepto de una verdad trascendente y de la existencia de realidades que exceden nuestros sentidos. Hay muchos detalles que muestran con ingenio creativo una imagen positiva de la vida familiar, como la lucha del alcalde de Whoville por cultivar una buena relación con su hijo y sus esfuerzos para dedicar tiempo cada día a sus 96 hijas. Y, por supuesto, no falta la frase acuñada por el Dr. Seuss que resume el mensaje en favor de la vida de una historia que promueve la dignidad de la persona: una persona es siempre una persona, por pequeña que sea.

(2ª parte: viernes 7 de octubre)

lunes, 3 de octubre de 2011

Spot de la semana: "Qué significa amar al otro"

José Luis Esteve, seguidor del blog y gran conocedor del mundo audiovisual, me envía la referencia de la última campaña de Movistar, lanzada en televisión hace unas semanas.

Ciertamente, la campaña me parece un ejemplo interesante para analizar en esta sección, porque en ella procuro publicar anuncios que hagan pensar, que aporten optimismo y que muestren que lo comercial no está reñido con la ética ni con la defensa de los valores. Y esta campaña es modélica para esto.

¿De qué nos habla? De amor, de lo que significa amar a otra persona. Amar no es decirse cosas bonitas, ni experimentar grandes emociones... aunque el amor profundo incluye también esas manifestaciones de afecto.

Amar es sacrificarse por el otro, ser capaz de renunciar a uno mismo por el bien de la persona amada. Amar es ser feliz negándose a uno mismo si ese sacrificio le hace al otro más pleno, más maduro, más hermoso, más feliz...

Amar es identificarse con el amado: "Te quiero, te quiero tanto que soy feliz viéndote reír, y sufro viéndote llorar. Me siento bien cuando tú estás bien, cuando te veo alegre y realizado. Sí, me he olvidado de mí mismo, y resulta que así es como soy feliz, como siento la plenitud y la verdadera felicidad".

Esta idea ha sido desarrollada en la campaña a través de cuatro historias preciosas: la esposa, el marido, la madre, el amigo. Las cuatro ofrecen del amor ese significado de "sacrificio personal para hacer feliz al otro". Yo os las pongo aquí en el orden que: 1) mejor cuenta la historia; 2) más resalta la idea de fondo; 3) más me gusta cómo lo cuenta.

Y a ti, ¿cuál de las cuatro historias te ha gustado más? ¿Y qué piensas sobre lo que significa amar? En esta semana especialmente me gustará leer vuestras opiniones. Gracias anticipadas por vuestra colaboración.







lunes, 26 de septiembre de 2011

Spot de la semana: "Saber escuchar, saber comprender, saber amar"

El spot de esta semana nos narra la historia de una adolescente sumida en la contradicción. Se siente frustrada al ver que su padre es motivo de burla entre sus compañeras. Un odio interno se dirige, sin quererlo, hacia él: “¿Por qué me ha tocado un padre sordomudo? ¡No lo merezco! Yo quiero un padre normal…”.

No se da cuenta de que es un deseo amargo, además de egoísta: lo que le mortifica no es que no pueda hablar con él –sí que hablan, sobre todo él-, sino que sus amigas le vean como a un inútil.

Ella no deja que aflore el amor que siente por él, y que se manifiesta cuando sale en su defensa en el patio del colegio. Bajo esa coraza de frustración y rechazo, hay un corazón que podría amar, pero que ha renunciado a hacerlo.

Por eso es incapaz de oír tantas cosas buenas que el padre le dice (nosotros nos daremos cuenta sólo al final); por eso, en realidad, es ella la sordomuda: ni quiere hablarle ni es capaz de escucharle. Y mucho menos de entenderle: cuando se opone a que inicie esa relación, es porque comprende que el chico no le conviene. Quizás debió de decírselo de otra forma, pero no tenemos ninguna duda de que le mueve el amor.

Cuando sobreviene la tragedia –expresión máxima del inconformismo adolescente- el amor y la enterga del padre llegan a conmovernos profundamente: “No deje que muera –dice al médico-. Le daré mi casa y mis ahorros. Déle mi sangre y mi vida. Pero, por favor, ¡sálvela!”.

Mientras sigue el doloroso proceso, entendemos todo lo que le ha ido diciendo desde niña. Y todo se lo ha dicho por amor, por su bien. Por eso el mensaje final resulta tan contundente: “Quizás no exista el ‘mejor papá. Sólo existen esos padres que te aman más que nada en el mundo…

viernes, 23 de septiembre de 2011

“Arrietty y el mundo de los diminutos”: La aventura del corazón

Todos los rasgos que identifican a los Studio Ghibli en sus producciones están presente en “Arrietty y el mundo de los diminutos”, película de animación firmada por Hiromasa Yonebayashi y con guión del mismo Hayao Miyazaki (co-escrito con Keiko Niwa).

Su protagonista es Arrietty, pequeña por estatura -sólo mide 10 centímetros- y también por ser una adolescente que comienza sus incursiones en el mundo de los humanos bajo la mirada atenta de sus padres. Cuando un día es vista accidentalmente por Shô, un muchacho de buen pero delicado corazón, aumenta el peligro para estos diminutos que luchan a diario por evitar su extinción, y se hace necesario emprender una nueva aventura de supervivencia. Será una odisea no exenta de épica porque se trata de seguir viviendo y Arrietty demuestra ser una auténtica heroína, pero también porque hay que recuperar unos afectos perdidos que han dejado un dolor mortal en el corazón.

Con Arrietty nos asomamos a un mundo mágico lleno de dulzura e inocencia, y con ella asistimos al despertar a la madurez de quien mira a la vida con alegría y espíritu de aventura (con un tono positivo y una óptica de iniciación que se mantienen durante toda la cinta). No hay en los ojos de Arrietty el miedo que se percibe en sus padres ni la tristeza de Shô, como tampoco la mezquindad de la criada del caserón ni el espíritu solitario del “incursor” primitivo. En ella todo es jovialidad, espontaneidad y ganas de vivir… y esos sentimientos se contagian alrededor e invaden las luminosas atmósferas de la película, gracias a los tonos vivos y cálidos de color y a unas hermosas canciones e interpretaciones de Cécile Corbel con el arpa.

Encontramos también un dibujo virtuoso que sabe extraer del rostro de Arrietty las primeras impresiones de asombro al descubrir la cocina inmensa o que siente el rubor al ser vista por el humano y sonrojársele las mejillas; que contempla los distintos andares de una madre nerviosa, de una hija jovial o de un Shô triste y pesaroso; o que atiende a los mil detalles del entorno, recogidos con preciosismo y minuciosidad (la pinza para recoger el pelo, el alfiler-espada y los muebles de la casa de muñecas, cada puchero y cada flor…. son una obra de arte de dibujo y color).

En suma, una deliciosa película para la vista y para el corazón, impecable en su historia y realización, que encantará a quienes les guste la animación de Ghibli y las historias llenas humanidad.

Julio R. Chico (La mirada de Ulises)

lunes, 19 de septiembre de 2011

Spot de la semana: "Un canto a la naturaleza y al amor de los abuelos"

El arranque del anuncio presagia tedio y desesperación: "Hola, mamá, soy Laura. ¿Puedo dejarte a los niños esta semana? Aquí están todo el día aburridos, enganchados a la tele...".

Lo intuimos. Una madre con buena voluntad que no puede con sus hijos hiper-tecnologizados. Con el fantasma de la vuelta al cole, intenta capear la última semana de vacaciones enviándolos a la casa rural de los abuelos. "Quizás lo que necesitan es un poco de aire fresco", piensa. Pero, en el fondo, ella misma no cree en el milagro.

Y, sin embargo, el milagro ocurre. Los abuelos, la naturaleza, la casa de campo: todo se alía para un nuevo descubrimiento. El milagro ocurre, sobre todo, en el alma de Pepe, ese adolescente que no sabe quién es y que siempre está aburrido: "Está rarísimo, lo único que le importa son los videojuegos y chatear en el ordenador".

En pocos días, empiezan a surtir efecto la vida sana y el afecto de los abuelos. Sobre todo ellos: ya no son "los viejos", eternos olvidados en la ciudad, sino unos segundos padres que saben derrochar cariño y abrirles los ojos a las cosas buenas de la vida. La comida casera, los juegos al aire libre, los fuegos de campamento; escuchar el mugido de una vaca y ver al ternero cómo se amamanta; coger con las manos los huevos recién puestos, y tumbarse sobre la hierba para ver pasar las nubes; acariciar el trigo alto, y secarse al volver de una excursión, mojados por la tormenta. Y montar a caballo, y dormir en una tumbona, y mirar las estrellas, y despertar con los pájaros. Arreglar una vieja moto se convierte en un desafío... y en un regalo para la madre. ¡Qué satisfacción haber hecho algo útil por su madre!

Al final, Pepe ha cambiado. Y nosotros con él. Hemos vuelto a descubrir esas cosas de siempre que nunca debimos perder. La diversión sana, el amor a la naturaleza, la conversación en la familia. Sobre todo eso: la conversación en la familia. En este spot, el diálogo entre abuelos y nietos se palpa en cada plano, aunque no podamos oírlo. Por eso es tan conmovedora la frase final de la madre dirigida a la abuela: "Mamá, no sé cómo lo haces con los niños...".

El arte de las abuelas para encandilar a los nietos es uno de esos saberes que debemos aprender a valorar. En esta sociedad nuestra, que cada día arrincona más a los mayores, es de vital importancia que descubramos estas dos grandes verdades: que la vida natural no debe ser suplantada por la tecnología; y que el lugar de los abuelos es insustituible en la familia: porque ellos tienen la sabiduría de la vida, una sabiduría amable que es la que verdaderamente importa.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Libros para educar a través del cine

Como escribió en su día el filósofo Julián Marías, destacado cinéfilo: “La gran potencia educadora de nuestro tiempo es, sin duda, el cine”. Los autores del manual Adolescentes con personalidad son plenamente conscientes de ello, y fruto de su experiencia docente saben que las películas tienen un enorme impacto en la sociedad actual y de manera especial en los jóvenes.

El cine es la herramienta que utiliza este original proyecto para educar en valores a los jóvenes. El plan comprende tres volúmenes de los que se ha publicado ya el primero, Ideales, dirigido a alumnos de 3º y 4º de Educación Secundaria Obligatoria (14-16 años). Próximamente aparecerán Sentimientos (1º de Bachillerato, 16-17 años) y Voluntad (2º de Bachillerato).

La metodología consiste en utilizar películas contemporáneas para plantear a los adolescentes ejemplos actuales de conducta que sirvan para mejorar y fortalecer su carácter. Los manuales pueden servir para impartir las asignaturas de Educación para la Ciudadanía y Ética, para las clases de Tutoría y también para otras actividades formativas.

El modelo pedagógico consta de tres ingredientes: el libro para el alumno, un CD con cortes de películas actuales sobre los temas que se abordan en el manual y un libro para el profesor con preguntas y respuestas en las que, a partir de las escenas seleccionadas, se plantea un debate entre los alumnos que sirva para fortalecer el aparato teórico. Como escriben los autores del proyecto, el fin de Adolescentes con personalidad es “promover la discusión constructiva sirviéndose del cine”.

Los temas son los propios de los manuales de la materia y tienen mucho que ver con la formación del carácter: la libertad y sus límites; la influencia de los medios de comunicación; la relación con los padres; reflexiones sobre la adolescencia; las creencias religiosas y su influencia en la formación de la personalidad, etc.

Las lecciones teóricas, breves y condensadas, han sido elaboradas para trabajar durante una clase. El tono elegido es optimista, pues los autores parten de que siempre es posible mejorar. Este enfoque facilita la amenidad y la claridad expositiva, adaptada a las necesidades formativas de los alumnos.

El resultado es una apuesta formativa innovadora que puede servir para hablar a estos alumnos de temas y situaciones que influyen y determinan su formación con un lenguaje que les resulta más cercano y ameno. Este lenguaje lo entienden muy bien, pues los adolescentes son grandes consumidores de cine.

- Título: Adolescentes con Personalidad. La educación del carácter a través de la pantalla. Volumen I: Ideales
- Autores: Juan Antonio Ortiz y José Ramón Ledesma
- Edita: Adolescentes con Personalidad. Pamplona (2010). 292 págs. 15 €