domingo, 29 de diciembre de 2013

La liebre y el oso: una amistad que hizo posible la Navidad

Los anuncios de la empresa John Lewis marcan siempre el comienzo en Inglaterra de las fiestas navideñas: algo así como en España el “Vuelve a casa por Navidad”, de turrones El Almendro. Ciertamente, es una campaña muy esperada, que se ha convertido en el evento publicitario más importante de la Navidad inglesa, pues sus anuncios son vistos en todos los hogares, descargados millones de veces en Internet y comentados continuamente en los medios de comunicación.

Hace dos años, el anuncio “The Long Wait” mostraba la larga espera de un niño que contaba ansioso los días que faltaban para la Navidad. El emotivo golpe final conmovió a las audiencias y alcanzó más de 6 millones de visitas en la web. Lo publiqué entonces en este blog, con un breve comentario. El año pasado, la campaña “The journey” nos contaba la bella historia de un muñeco de nieve que afrontaba un duro viaje para conseguir guantes y sombrero para su frágil compañera: logró 4’5 millones de visitas y fue también comentado en este blog.

Este año, la compañía ha apostado por el dibujo animado y en el spot ha contado un precioso cuento titulado “El oso y la liebre”. El rótulo inicial nos introduce en el clima de un cuento de hadas: “Había un animal que nunca había visto la Navidad”. Al principio no sabemos a qué se refiere. Vemos a los dos animales en alegre paseo por el bosque: sin duda, comparten una sincera amistad, a pesar de ser muy distintos. Con la caída de los primeros copos, la liebre se pone triste: sabe que su amigo comenzará a hibernar dentro de poco tiempo, y que –una vez– más no podrá asistir al encanto de la Navidad. En efecto, el oso empieza a dar sus primeros bostezos mientras el resto de los animales se prepara jubiloso junto al gran árbol navideño. La liebre intenta animar a su cada vez más somnoliento compañero, mientras pájaros, ardillas, mucetas y todos los animales del bosque colaboran en la decoración del árbol. La tristeza y el abatimiento que siente la liebre están perfectamente reflejadas en su rostro animado, de modo que el espectador no puede sustraerse a la sincera emoción de ese instante.

Mientras las criaturas del bosque celebran la Navidad, el oso duerme plácidamente en su cueva. Todo parece indicar que, una vez más, no podrá asistir a esa fiesta. Pero el amor es ingenioso: impulsada por el afecto, la liebre tiene una idea brillante y lleva a su amigo un pequeño regalo: algo en apariencia sin importancia pero que acabará en un hermoso desenlace. (Prefiero no destripar el final, y que puedas descubrirlo por ti mismo).

Como señalaba Craig Inglis, director de marketing de John Lewis: "Queríamos que nuestro anuncio reflejara la importancia de encontrar el regalo adecuado para los amigos y seres queridos. A través de la animación hecha a mano, hemos podido evocar la nostalgia que siente la liebre y transmitir ese mensaje”. No en vano el eslogan final nos anima a “dar a alguien una Navidad que nunca olvidará”. Un mensaje preciso que encuentra en la canción “Somewhere Only We Know”, cantada por Lily Allen, un marco musical de increíble emotividad. Por eso ha alcanzado más de 11 millones de visitas en menos de un mes.

¡Felices fiestas! Y que todos sepamos dar, con nuestro afecto, lo mejor de la Navidad.



Si os ha gustado, aquí podéis ver el magnífico "Cómo se hizo" (3 minutos):

domingo, 22 de diciembre de 2013

¿Qué sería la Navidad sin ellos?

¡Estamos en Navidad!, la época más feliz del año; la época de la infancia, de la inocencia, del volver a ser niños… o, al menos, de intentarlo. Es la época de los buenos propósitos, de los anhelos más altos (paz, dicha, amor) y de los deseos de felicidad. Es la época del perdón y del reencuentro, de volver a la amistad y a la familia. Por eso es también la época en la que sale a flote todo lo bueno… porque anhelamos ser buenos otra vez, y regalar a los demás lo mejor de nosotros mismos.

Es la época de compartir abrazos, recuerdos, ilusiones... Y todo, porque hace dos mil años nació un Niño en un portal. Fue el mayor regalo de la historia: el auténtico reencuentro, el mayor abrazo, el mayor perdón… Pero de esto casi nos hemos olvidado.

En este spot se reúnen muchas de estas cosas que anhelamos en estas fechas: amor, cariño, familia, amistad. En él descubrimos que el verdadero regalo no es nada costoso ni extraordinario: son las personas, nuestros seres queridos, con los que convivimos a diario.

Todos nos quejamos de una madre que insiste en que vayamos a comer los domingos, de un padre que nos trata como si nunca hubiéramos crecido (…). Nos quejamos de un amigo que no para de llamar (…); de una novia que pregunta en qué piensas, o de un novio que nunca lo pregunta... Y, de pronto, llega la Navidad, y pensamos: ¿qué sería de nosotros sin ellos...?

Os dejo que veáis el final. ¡Feliz Navidad! Y que los buenos anuncios nos ayuden a ser mejores.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Spot navideño: La verdadera historia del muñeco de nieve

El hombre de nieve es un cuento de Hans Christian Andersen sobre un muñeco, hecho por unos niños juguetones, que se enamora de una estufa. Fue publicado por C. A. Reitzel en Copenhague el 2 de marzo de 1861 con el título Sneemanden.

Este anuncio es una bella adaptación de esa historia. También aquí unos niños alegres y juguetones construyen una pareja de muñecos de nieve. Él y ella. Pero una noche él desaparece. Todos lo sienten. De modo especial la muñeca de nieve, que nota el vacío que ha dejado su compañero; y también la niña, que desde la ventana contempla la escena: ella entiende muy bien esa nostalgia, porque también echa de menos al muñeco...

Una preciosa historia de amor entre dos muñecos de nieve. Una historia enternecedora de Navidad, con un mensaje claro: en estos días, regala un poco de amor a quienes tienes cerca. Personalmente, me ha parecido de lo mejor que he visto en la publicidad navideña de los últimos años. A esa historia tierna, le acompaña una fotografía excelente: es increíble cómo consigue que el espectador sienta lo que está viviendo el muñeco de nieve a través de la expresión de su cara, con apenas dos piedras, unas ramitas y una zanahoria.

Un aplauso a John Lewis, la empresa de regalos que ha impulsado esta campaña. Y no sólo por este spot: en su línea de comunicación está el hacer anuncios en favor de la amistad, del amor y de la familia. Todos los años se espera su anuncio de Navidad, porque siempre nos regala belleza, emoción y sonrisa en su particular mensaje navideño: como este spot que os puse el año pasado. Ojalá todos nos contagiáramos de ese espíritu de la auténtica Navidad.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Navidad "digital": La Virgen y San José usan Twitter y Google Maps para llegar a Belén

Fue uno de los vídeos que más circularon la pasada Navidad. Hoy lo traigo a la sección "spot de la Semana" porque me parece una manera simpática de ir preparando las fiestas navideñas. Me gusta la forma en que se unen, de forma anacrónica y divertida, la más fría y moderna tecnología con el más cálido y antiguo de los Mensajes.

En Belén y en nuestra sociedad, se da todos los años un gran reto de comunicación: el de transmitir, con urgencia y a la vez con cariño, el Mensaje más importante de la historia: Dios se ha hecho hombre. Los pastores tenían prisa por llegar a Belén, y las nuevas tecnologías tienen prisa por hacernos llegar esa misma noticia.

A pesar de todo lo que hemos vivido en 2013 (El tifón Haiyan en Filipinas, el descarrilamiento del Alvia en Galicia, la renuncia de Bendicto XVI y la elección del Papa Francisco), ninguna de esas noticias ha sido tan luminosa e importante como la que ahora se aproxima: la noticia de la Navidad. Porque esa Noticia siempre nos redime, siempre nos transforma. Nos dice algo al corazón de todos los hombres. Siempre resulta actual, aunque cambien las tecnologías.

A pesar de su tono jocoso, el tratamiento de la Navidad en este vídeo es claramente positivo y respetuoso. Es una ficción sobre cómo hubiera sido la Navidad en el siglo XXI. Y nos lo cuenta desde el punto de vista de María.

A la Virgen le llega de Gabriel un mensaje al iPhone: “Tú serás la Madre de Dios”. María busca en Wikipedia lo que allí se dice sobre el “Espíritu Santo”. Acto seguido, envía a José un e-mail: “Tenemos que hablar, estoy embarazada”, y busca en Google Maps: "Cómo llegar desde Nazareth hasta Belén". Por si acaso, selecciona la opción: “evitar autopistas. A partir de ahí, seguimos todo el bello relato de San Lucas de la mano de las nuevas tecnologías.

Quizás el momento más divertido es cuando aparecen en danza los Magos. José, por medio de Facebook, crea un evento y les invita a conocer a su hijo. Los tres Reyes confirman su asistencia, buscan la Estrella y se hacen sus "seguidores". Melchor escribe entonces un e-mail a Baltasar: 1) Asunto: “Regalos.” 2) Texto: “¿Ya sabes qué le llevaremos al Niño?”. Y Baltasar contesta: "Gaspar y yo compramos en www.amazon.com , y nos fue bien..."

La conclusión final no puede ser más apropiada: “Los tiempos cambian. El mensaje de paz permanece”. Por eso, adelantándome unos días al calendario, dejadme que os diga con este vídeo... "Quiero ser el primero en daros la Noticia: ¡Es Navidad!".

domingo, 1 de diciembre de 2013

Carta de una madre con Alzheimer a su hija

Querida hija:

Escucha con atención lo que tengo que decirte... El día en que esta enfermedad se apodere totalmente de mí y ya no sea la misma, ten paciencia y compréndeme. Cuando derrame comida sobre mi blusa y olvide como atarme los zapatos, no te impacientes: recuerda las horas que pasé enseñándote esas mismas cosas. Si al conversar contigo, repito las mismas palabras y sabes de sobra como terminan, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeña tuve que contarte mil veces el mismo cuento para que te durmieras.

Cuando a veces me haga mis necesidades, no te avergüences ni te sulfures, pues ya no puedo controlarme. Piensa cuántas veces, siendo tú una niña, te limpié y te ayudé cuando tampoco tú podías controlarte. Nunca me enfadé. Siempre esperé pacientemente a tu lado a que terminaras.

No me reproches cuando no quiera bañarme, no me regañes por eso. Recuerda aquellos años en que te perseguía por la casa para llevarte al aseo, y los miles de pretextos que inventé para hacer agradable tu baño.

Cuando me veas inútil e ignorante en todas las cosas tecnológicas, te suplico que me las expliques de modo sencillo. No me hieras con tu sonrisa burlona. Acuérdate de que fui yo quien te enseñó las cosas más importantes: comer, vestirte, leer, comportarte… y cómo enfrentarte a la vida tan bien como lo haces. Me alegra pensar que parte de tus triunfos son producto de mi esfuerzo durante años.

Cuando en algún momento llegue a olvidar de qué estamos hablando, dame tiempo para recordarlo. Y si no puedo, no te impacientes; tal vez no era importante, y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas.

Cuando mis piernas me fallen por debilidad, dame tu mano para apoyarme… como yo lo hice cuando tú comenzaste a caminar. Cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir, no te asustes. Algún día entenderás que sólo estoy pidiendo cariño, y que en modo alguno me siento desgraciada. Para mí, tu compañía ha sido siempre mi mejor tesoro.

No te sientas triste al verme así. Quizás ya no entienda tus palabras, pero siempre entenderé tus abrazos, tus caricias y tus besos. Dame tu cariño y tu paciencia, que yo te devolveré gratitud y alegría con el inmenso amor que siempre te he tenido.

Al igual que te acompañé en el inicio de tu vida, te pido que me acompañes en el término de la mía. Siempre he querido lo mejor para ti y he pasado mi vida preparándote tu camino. Piensa entonces que, tras el paso que voy a dar, no te dejaré sola: voy a prepararte un camino muy bonito, en un lugar maravilloso... Y estaré siempre contigo.

Te deseo lo mejor para tu vida. Con todo mi corazón,

Tu madre.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Creer en tus propios sueños, como los niños

Este anuncio de Aerolíneas Argentinas, que me ha enviado Juan Adárvez, invita a creer en los propios sueños. Tratándose de una compañía aérea, cabría esperar que nos hablara de puntualidad, comodidad o servicio. Sin embargo, ninguno de estos aspectos -puramente racionales- aparecen en el spot; en vez de eso, apela a nuestra capacidad de soñar. Habla de una ilusión, de creer -como los niños- que nuestros sueños pueden hacerse realidad...

El anuncio comienza en lo alto de una azotea, donde el cielo está más cerca y es más fácil soñar. Cruza, de repente, la sombra de un avión: ni siquiera la figura o el más leve soporte de la realidad. Solamente vemos el reflejo, y ese reflejo estimula el deseo y la imaginación de dos niños, que deciden guardarlo en una caja de latón, como si fuera el mejor tesoro de su vida.

Como en “El Principito”, los adultos del spot se ríen de ellos: “¿Qué puede haber en una caja vieja y desvaída?”. Pero, para un alma inocente, el reflejo es tanto como la realidad, y el sueño tanto como la vida. Se trata de su avión. ¡El suyo! Y lo tienen bien custodiado en esa caja…

Su mente despega de la tierra. Sueña con lugares adónde podrían viajar. Y así, hasta que un buen día llega el piloto de la nave y se presenta en el colegio. Realidad y ficción se unen por un momento. Vuelven a la azotea –donde sus sueños aprendieron a volar- y enseñan a los adultos que siempre es posible creer, y amar, y soñar…

Ver para creer, eso dicen. Pero la capacidad de soñar que tiene un niño puede hacer que ame sin interés y que crea sin ver. ¡Cuánto podemos aprender de ellos!

Os lo pido de corazón: No dejéis de soñar

domingo, 17 de noviembre de 2013

¡Se chove, que chova!: Optimismo gallego a prueba de bombas

¡Se Chove, que chova!” es un spot de supermercados Gadis que ha conseguido más de 800.000 visitas en apenas dos semanas. Hace seis años grabaron el primer spot, “Vivamos como gallegos”. Fue un éxito rotundo, y el eslogan dio nombre a toda una campaña que rezuma optimismo, alegría, espíritu luchador… y amor a las propias raíces. (Algo de morriña no podía faltar).

Pero este último anuncio es especial. “Se chove, que chova” es un canto a la sabiduría ancestral. Toda la sabiduría del mundo se da cita en una simple peluquería, donde se reúnen unas abuelas muy simpáticas que desconocen lo que es Twitter e Internet, pero que saben las cosas que dan sentido a nuestra vida: las verdaderamente importantes, que se nos escapan por vivir en lo inmediato; las que hemos heredado de nuestros mayores, y que se nos olvidan porque no aprendimos a amarlas; las que alimentan nuestras raíces, porque somos parte de la tierra en que vivimos. Lo que somos y sentimos está impreso en nuestros bosques y terruños, y forjan nuestra primera identidad.

El anuncio, a la vez que sabiduría (nos ofrece verdades como puños), rezuma también emotividad y humor. Esa “alma gallega” que advertimos en sus diálogos sentenciosos es aún –gracias a Dios- el alma del pueblo gallego; y, de alguna forma, también el alma de todos los pueblos. Es hora de abandonar las preocupaciones, como sentencia la mayor de todas: “Si no me preocupa viajar por el espacio en una bola enorme a miles de kilómetros por segundo, entre meteoritos y basura espacial ¿me voy a preocupar por lo demás?”. Y añade otra: “¡Tanta preocupación, tanta preocupación! … La gente seguirá conociéndose, enamorándose; seguirá abrazándose, quedando..., riendo...”.

La conversación se vuelve gozosa a la vez que profunda. Una joven peluquera no puede contenerse y llama a su novio, que es locutor de radio: “Carlos, Esto es buenísimo. ¡Debes emitirlo!”. Y deja puesto el manos libres para que lo escuche. Así, ese diálogo sencillo, que sólo en la abuelas podemos aún escuchar, va a ser –sin que ellas lo sepan– el gran programa en ese día. Toda Galicia lo escucha embelesada.

El anuncio está tan bien contado, que no importa que no entendamos la mitad de las frases. Basta la expresión de sus rostros y las preciosas imágenes que lo envuelven. En todo caso, y con ayuda de Google, he intentado traducir esos diálogos al español. Vienen a continuación del spot. Pero, antes de leerlos, os animo a que os metáis en este inspirador anuncio que ha enamorado a Galicia entera.

¡Felicidades a todos! Y no lo olvidéis: “Si llueve…, ¡que llueva!”.



Texto del anuncio en español:

(Una peluquera a una señora mayor)
- ¿Y hoy qué le pongo a Vd.?
- Ni moño ni melena , algo moderno .
- Lo de siempre.

- Digo, que no se puede leer nada, todo son malas noticias ... ¡Es que te amargan la vida!
- Si te digo lo que hicieron mis nietos... Uno de ellos me preguntó si habría algún sitio en Galicia que no se nublase nunca. Y otro respondió que conocía al hombre más sabio de Galicia. Y por él se fueron. Llegaron y, por supuesto..., ¡era una mujer! (¡¡¡Hombre!!!) Y les dijo : "La única cosa que no se nubla nunca en Galicia es nuestra alegría. Porque nuestra alegría viene de nuestra fuerza, y ​​nuestra fuerza viene de la tierra. Los robles y los acantilados nos hacen recios; los ríos, un poco enrevesados; la lluvia, creativos; y los atardeceres, sensibles y ‘morriñentos’"…
- Lo sabías todo. Y no me has dicho nada.
- Les dijo que hay algo en la tierra que nos ayuda a tirar adelante…
- Es verdad , siempre lo hemos hecho. ¡En todo el mundo!
- ... y no dejamos nunca que nos amarguen la vida.

(Una joven peluquera, a su novio en la emisora de radio):
- Esto es buenísimo. ¡Debes emitirlo! (Deja puesto el manos libres; se escucha en toda Galicia)
- Mira mi madre, casi cien años, ha vivido de todo. Y cada vez que tenía un problema decía: “Trabajemos mucho, pero disfrutemos mucho". Por eso no ha perdido una repichoca (baile popular gallego), ¿eh ?
- A nosotros nadie nos amarga un plan.
- Si vamos a la playa ... ¡nos vamos a la playa ! ¡Aunque sea con chaqueta! Y si nos bañamos , siempre decimos : "¡Está buenísima!"
- Y si la cosa se pone fea .... ¡Comida , merienda y cena!
- ¿Y si alguien pone un poco pochiño (decaído) , cien visitas al día que quepan en la habitación y ¡como nuevo!

- Como dice mi Paco : "Si no me preocupa viajar por el espacio en una bola enorme a miles de kilómetros por segundo, entre meteoritos y basura espacial, ¿me voy a preocupar por lo demás?”
- ¡Qué profundo!
- Aquí todos somos profundos, hija.
- Unos más que otros.
- Tanta preocupación, tanta preocupación… y la gente seguirá conociéndose, enamorándose; seguirá abrazándose, quedando, riendo… Porque los gallegos sabemos que este es el mejor 2013 de nuestras vidas (Todos, cada uno en su sitio, asiente con una gran sonrisa).
- ¡No hay otro!
- Y eso nos hace disfrutar más de la vida, de la gente, de los amigos… Así que salgamos ahí fuera, disfrutemos de todo lo que tenemos y vivamos, vivamos, ¡¡vivamos como gallegos!!

- ¡Ay, cómo llueve!
- La que está cayendo…
- ¿Sabéis qué os digo? Que si llueve, ¡que llueva!

(Texto en sobreimpresión): En Galicia, lo único que nunca se nubla… es nuestra alegría… Así que si llueve, ¡que llueva!
Vivamos como gallegos

domingo, 10 de noviembre de 2013

Adelanta el parto para que su marido conozca al bebé

El anuncio de esta semana tiene un singular precedente, que merece la pena ser contado. En febrero de 2012, saltó a los periódicos de todo el mundo la noticia de que Diane Aulger, de 31 años, y natural de Colony (Texas, Estados Unidos) había adelantado el nacimiento de su bebé para que su esposo, Mark, que había entrado en la fase terminal de un cáncer, pudiera conocer y besar a la nueva hija.

En diciembre de 2011, ocho meses después de que Diane quedara embarazada, Mark sintió que su salud se deterioraba de forma angustiosa. Los médicos le habían diagnosticado cáncer de colon y le habían sometido a sesiones de quimioterapia, pero de repente sus pulmones empezaron a fallar sin que se pudiera poner remedio.

La insuficiencia respiratoria se agravó el 3 de enero de 2012, cuando tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital, donde determinaron que se trataba de una fibrosis pulmonar. Diez días después, los médicos les informaron de que el estado de salud de Mark era ya terminal y de que su esperanza de vida no era de más de una semana.

Ante esta desesperada situación, la mujer decidió adelantar el parto para que Mark pudiera estrechar entre sus brazos a su quinto hijo antes de morir. El bebé, que al final resultó ser una niña, Savannah, tenía programado su nacimiento para el 29 de enero, pero pudo ver la luz el día 18 de ese mes. Mark la tuvo en sus brazos a los pocos minutos, y en seguida se vio rodeado por su mujer y sus cuatro hijos, que miraban conmovidos la escena. Diane pudo ver cumplido su sueño: su marido sostenía en sus brazos a su hija y lloraba de emoción. El 21 de enero, tres días después del nacimiento de Savannah, Mark ingresó en coma farmacológico y al cabo de 24 horas murió. De este suceso verdaderamente impresionante, dejaron constancia varios periódicos: entre otros, ABC, Diario Correo, Vanguardia de México o Estrella digital.

Esta historia de amor y de heroísmo merecería por sí sola un post en este blog. Pero lo más inaudito es descubrir que, un año antes de que sucediera, una empresa tailandesa imaginó este mismo relato para un spot antológico. Lo cuenta desde el punto de vista del médico, que se sorprende ante el rasgo de generosidad de la madre (anticipar el parto para que su marido vea a la niña) y el amor inconmensurable del padre (aferrarse a la vida y resistir para vivir un poco más y poder verla).

Dada su grave situación –nos dice la voz en off-, pudo haberse rendido mucho tiempo atrás”. Y el doctor reflexiona: “A lo largo de nuestras vidas llegamos a hacernos muchas preguntas: ‘¿Por qué estamos aquí?’ ‘¿Para qué nacimos?’… Quizás nos hacemos las preguntas equivocadas, y la correcta es: ‘¿Para quién vivimos?’

Un spot maravilloso, con el que hoy quiero celebrar el don de la vida, el amor de los esposos y su entrega en cada criatura que traen al mundo. ¿Cabe mayor gesto de generosidad y de entrega?... Sí, yo también quisiera ser como Diane Aulger, y siento que el ejemplo de esta madre desconocida me ha inspirado hoy muchísomo. ¡Muchas gracias, Diane!

domingo, 3 de noviembre de 2013

Vídeo con valores: "Con la familia, la remontada es posible"

Muchas familias en España sufren en sus carnes el terrible drama del paro. Para muchos, la pérdida del empleo es vivido con angustia, más aún si se tienen más de 50 años. Los que son despedidos o no encuentran trabajo al finalizar sus estudios pueden sentir la tentación del desaliento: la sensación de fracaso, el sentirse inútil y un estorbo para los demás, la pérdida incluso del sentido de la vida.

Esas situaciones, que pueden herir profundamente el alma, están siendo suavizadas, dulcificadas y acolchadas en el entorno familiar. La familia es hoy el gran colchón que todo lo para: los golpes y las caídas. Todo lo aguanta. Los padres si es el parado es el hijo, la mujer o el marido si lo es el cónyuge; los hijos pequeños con su afecto, los hermanos o los primos con su ayuda… Todos están ahí para sostener al que podría venirse abajo.

Por eso me ha parecido especialmente luminoso este vídeo que ha elaborado la Asociación de Familias Numerosas de Euskadi para destacar la inestimable ayuda que suponen las redes familiares en la actual situación de crisis. La historia nos presenta a un padre en paro que acude al colegio en el “Día de las profesiones”. Tiene que explicar delante de un grupo de niños de nueve  años -entre ellos, su propio hijo- que está en paro y que "mi trabajo, en este momento, es buscar trabajo". Ante la atenta mirada de los niños, el padre establece un paralelismo entre su situación laboral y el marcador 0-4 en un partido de fútbol. Todo está en contra. Pero los jugadores saben que no están solos: tienen a los demás, y luchan sin desanimarse porque saben que el equipo está con ellos. Así sucede con la familia. En ella nadie está solo, todos apoyan al que busca trabajo, todos le animan y comparten su esfuerzo. De ahí el lema: "con un buen equipo, la remontada es posible".

Natalia Diez-Caballero, directora de la Asociación, ha explicado que "en varias ocasiones me han preguntado desde algún país vecino cómo hacemos para subsistir con más de un 25% de paro, y siempre les he respondido lo mismo: lo hacemos gracias a la familia; a la fuerza que esta institución tiene en nuestra sociedad y a la generosidad intergeneracional de millones de madres, padres, abuelos, hijos, que se quitan de lo que no tienen para compartirlo con sus seres más cercanos".

Y concluye: "esto apenas se ve en nuestros medios de comunicación y nunca es reconocido y agradecido como se debe por nuestros gobernantes, que deberían besar allí donde pisan las familias, ya que allí donde ellos no están pudiendo o sabiendo llegar, sí está presente la familia".

Totalmente de acuerdo. Y sirva este vídeo como sentido homenaje a la gran labor que están haciendo en estos años de crisis. Un brindis por la familia, para que resuene y sea compartido en el mundo entero.

domingo, 27 de octubre de 2013

Creer en los demás

Cuenta Anthony Robbins, conferenciante de prestigio internacional, que en la escuela tuvo un profesor de oratoria que, un buen día, le dijo que quería verle después de la clase. El chico se puso muy nervioso, y se preguntaba si habría hecho algo malo. Sin embargo, cuando hablaron, el profesor le dijo: «Señor Robbins, creo que usted tiene condiciones para ser un buen orador, y quiero invitarle a un certamen de oratoria con otras escuelas».

Robbins no pensaba que poseyera ninguna capacidad especial, pero su profesor lo decía con tal seguridad que aceptó. Aquella intervención de aquel profesor cambió la vida de ese chico, que en pocos años llegó a ser uno de los más valorados talentos de la comunicación. Su profesor hizo una cosa pequeña, pero logró cambiar la percepción que ese chico tenía de sí mismo.

La imagen que cada uno tiene de sí mismo es en gran parte reflejo de lo que los demás piensan sobre nosotros. O, mejor dicho, la imagen que cada uno tiene de sí mismo es en gran parte reflejo de lo que creemos que los demás piensan sobre nosotros.

No puede olvidarse que esa imagen es una componente real de la propia personalidad, que regula en buena parte el acceso a la propia energía interior, o incluso crea esa energía. Es un fenómeno que puede observarse con claridad en los deportes, por ejemplo. Los entrenadores saben bien que en determinadas situaciones anímicas, sus atletas rinden menos. Cuando una persona sufre un fracaso, o se encuentra ante un ambiente hostil, es fácil que se encuentre desanimado, falto de energía. En cambio, cuando un equipo juega ante su afición, y ésta le anima con calor, los jugadores se crecen de una forma sorprendente. También lo experimentan los corredores de fondo, o los ciclistas: pueden estar al límite de su resistencia por el cansancio de una carrera muy larga, pero una aclamación del público parece ponerles alas en los pies.

Nuestra energía interior no es un valor constante, sino que depende mucho de lo que pensemos sobre nosotros mismos. Si no me considero capaz de hacer algo, me resultará extraordinariamente costoso hacerlo, si es que llego a hacerlo. Hay que pensar que la opción del desánimo tiene también su poder de seducción, y que el derrotismo y el victimismo se presentan para muchas personas como algo realmente sugestivo y tentador.

¿Y no es un poco narcisista pensar tanto en la propia imagen? Podría serlo si no se plantean bien las cosas. El narcisista sufre porque en realidad no se ama a sí mismo, sino a su imagen, de la que acaba siendo un auténtico esclavo. En el momento de elegir entre él mismo y su imagen, acaba prefiriendo a su imagen, y ésa es la causa de sus angustias. Desarrollar la autoestima, es decir, una equilibrada estimación de uno mismo, es algo muy necesario, para lo que es preciso tener una buena percepción de uno mismo. Si uno confunde eso con dejarse esclavizar por su imagen, equivoca el camino; pero si logra crear una imagen positiva de sus propias capacidades, sin duda éstas rendirán mucho más.

Por eso, creer en los demás tiene efectos que muchas veces son sorprendentemente positivos. Todos hemos pasado alguna vez por pequeñas crisis, por momentos en los que nos faltaba un poco de fe en nosotros mismos, y quizá entonces encontramos a alguien que creyó en nosotros, que apostó por nosotros, y eso nos hizo crecernos y superar aquella situación. Goethe escribió: «trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser» (Alfonso Aguiló).

domingo, 20 de octubre de 2013

"La sorpresa": Dedicado a todos los que están lejos

Este vídeo, titulado “La sorpresa”, se ha convertido en un viral. Y lo ha hecho gracias a su enorme carga emotiva. En apenas dos semanas ha superado los 4 millones de visitas, y el flujo sigue en aumento. Lo mejor de todo es que se trata de una historia real.

Muchos quizás no lo sepan, pero esta grabación es la historia de Esther y Jorge, dos valencianos de 30 y 34 años, que tras dos años y medio en el extranjero, deciden volver a España. “Hay muchos tipos de viaje: de turismo, de placer, de negocios, de reencuentro… Pero siempre, la llegada al aeropuerto te hace sentir algo especial. En nuestro caso son nervios, deseando que las horas pasen rápido para poder dar una mágica sorpresa”.

En efecto, ese es el plan. Desde hace semanas, los dos han pensado una bonita forma de sorprender a sus padres: aprovechar unos días libres para plantarse delante de sus padres y darles un abrazo inesperado: “Hoy queremos regalar a todos los que salisteis, y a los que os quedasteis para luchar por el cambio, la emoción de una madre cuando vuelve a abrazar a su hijo”.

La ternura de ese momento es inmensa. Pero aún es mayor la de la despedida. Tras días de gozo familiar, los dos protagonistas tienen que volver a marcharse. Y esa despedida –esta vez sí, en el aeropuerto- cierra con lágrimas un adiós triste y doloroso. Es difícil comprender lo que supone para una madre la amargura de esa separación. Hay que vivirlo para saber qué se siente. Y, por desgracia, ésta es una historia con la que muchas familias españolas se sienten identificadas.

El vídeo termina con una matizada crítica social: “Esperemos que algún día nos dejéis volver”. Es una denuncia a los políticos, banqueros y empresarios especuladores, a los que acusan de haberles privado de una oportunidad en España.

Con todo, su principal mensaje es de apoyo y solidaridad. Por eso el vídeo está dedicado “a todos los que están lejos”. “Nos acordamos de todos vosotros –parece decir la cinta–. Sabemos que formáis parte de esta nueva generación que ha tenido muy pocas posibilidades… Aquí nos tendréis siempre con los brazos abiertos”.

domingo, 13 de octubre de 2013

Spot con valores: "El amor es contagioso"

Este es un vídeo que ha dado la vuelta al mundo. Es una campaña promovida por Krizovatka, una organización checa que busca cambiar al mundo promocionando valores solidarios. El vídeo no necesita palabras, porque aspira a ser universal, y las palabras difieren de un país a otro. Por eso recurre a dos lenguajes que sí son universales: la imagen y la música.

La imagen, sin duda, es lo más atractivo. Lo que vemos no es una historia: es una cadena de historias enlazadas por un gran tema: el amor. El eslogan final nos recuerda: “láskou a sluzbou spojujeme cesty” (El amor y el servicio abren nuevos caminos). En efecto, el amor es contagioso: es una medicina que todo lo cura, todo lo sana, todo lo vivifica; y, al mismo tiempo, es un virus que se contagia entre los seres humanos: nos lo transmitimos unos a otros cada día.

Todo comienza con la bondad de un niño. Un niño pequeño, introvertido y de color, que se da cuenta de que puede ayudar a otro con solo tender su mano. Su acción es vista por otra persona que se anima a dar a otro lo que ha experimentado. Y así empieza una cadena de servicios que parece no tener fin.

El otro lenguaje sin fronteras es la música. La letra de la canción creada por Noah and the Whale realza con fuerza extraordinaria estas imágenes inspiradoras: “Si das un poco de amor, puedes recibir amor para ti”. Una invitación a la solidaridad: “Da un poco de amor, ¡y verás lo que ocurre!”.

A veces basta un pequeño gesto, como el de tender la mano. Basta con una pequeña acción que inicia una cadena inesperada… Y entonces se opera el milagro. El amor hace posible el milagro de que la vida sea maravillosa.

domingo, 6 de octubre de 2013

"Bastille", de Isabel Coixet: El vídeo que ha salvado matrimonios

Este es un vídeo que ha salvado matrimonios. Un vídeo breve –5 minutos-, mezcla de emoción sincera y pinceladas tragicómicas, que formó parte de aquel precioso filme  “París, je t’aime”. De los 18 cortos allí reunidos, éste de Isabel Coixet es quizás el más valioso. Cuenta una historia sencilla, casi todo a través de un narrador, cuyo arranque podríamos resumir así:

Un hombre queda citado con su esposa en un restaurante. Durante la espera, recuerda en rápidos trazos como el afecto que les unió ha ido desvaneciéndose por la rutina. Esa monotonía, contra la que no quiso luchar, era la causa de que ahora se encontrara allí, dispuesto a decirle a su mujer que había dejado de quererla: que otra mujer le estaba esperando. Que tenía una amante. Que todo había terminado. Pero su esposa, que aparece con un simbólico abrigo rojo (leit motiv de todo el filme), llega con el rostro compungido y antes de que su marido pueda comenzar a hablar, rompe en sollozos porque tiene una enfermedad terminal y le quedan pocas semanas de vida.

Es entonces, verdaderamente, cuando empieza el relato. Una historia que nos habla de volver a amar cuando el amor parece perdido (O, mejor, cuando los sentimientos se han esfumado). Nos habla de “revalorar” al amado (volverlo a descubrir, y a amar) cuando sabemos que habremos de perderlo. Una vez leí que  “el secreto para dar relieve a lo más humilde, y aun a lo más humillante, es amar” (S. Josemaría). Esa es la clave: amar da sentido a nuestra vida, y da sentido a los sacrificios más costosos, a todo lo que podría ser monótono. Porque las repeticiones, que antes quizás agostaban la ilusión, ahora están llenas de significado.

Éste es el pasaje más importante: “Dispensó entonces a su mujer todas las atenciones que ella le había reclamado: colgar los cuadros que esperaban por toda la casa, ir de rebajas con ella pese a detestar las compras… Y, todo, incluso las cosas más insignificantes, tenían otro sabor desde que sabía que era la última vez que podía hacerlas por ella”. Entonces la narración alcanza su sentido más profundo: De tanto comportarse como un enamorado, volvió a enamorarse”.

No os digo más. Tan sólo que lo veáis con vuestro cónyuge, y que lo recomendéis a vuestros amigos. Sinceramente: merece la pena verlo.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Homenaje de la Publicidad a la RAE: "Limpia, fija y da esplendor"

El legendario lema de la RAE, ‘Limpia, fija y da esplendor’, ha servido de inspiración para esta campaña en homenaje a la Real Academia Española por su III Centenario, que se celebra este mes.

La campaña ha sido promovido por la Academia de la Publicidad, que, en clave de humor, agradece a la RAE su trabajo de mantener la pureza de la Lengua Española, también en nuestra vida cotidiana y en los medios de comunicación.

Fernando Herrero, presidente de la Academia de la Publicidad, señalaba: "Hoy nadie discute que la publicidad es un elemento dinamizador del lenguaje, imprescindible para el desarrollo social y el progreso. La comunicación publicitaria juega un papel muy importante a la hora de ayudar a la RAE en esa labor de guardián del lenguaje y del significado de las palabras. Por ello, queremos homenajear y celebrar los tres siglos de la RAE con esta aportación".

La campaña ha sido realizada gratuitamente por la agencia Shackleton, la productora Tesauro y la agencia de medios Equmedia, con la colaboración de otras empresas y medios de comunicación. La iniciativa cuenta con un spot para televisión, anuncios para prensa e internet y envíos de marketing directo para académicos (43 carteles diferentes, uno para cada miembro, con eslóganes "extorsionados": ver fotografía de la derecha) y líderes de opinión (un ambientar lingüístico RAE que "expulsa" palabras). El spot será emitido a partir de hoy jueves 26 de septiembre por las televisiones como parte de su parrilla publicitaria habitual.

La idea parte de que hay palabras que “ensucian” nuestra lengua y cuyo uso se ha normalizado. Por eso, la agencia quiere presentarnos a la Real Academia –como si fuera un anuncio de detergente- como el “agente” perfecto para limpiarlas, y que luzcan, como dice la propia RAE, “en su mayor propiedad, elegancia y pureza”.

Para Marta Gutiérrez, directora general de Shackleton, “el lenguaje es una herramienta fundamental en el trabajo de un publicitario y por ello hemos querido agradecer desde lo que somos, con sentido del humor y desde códigos y recursos asociados a nuestro sector, la labor de la RAE por conservar y preservar el lenguaje”.

Un aplauso para esta iniciativa publicitaria, que hace más grato y enriquecedor el mundo apasionante de la persuasión y de los anuncios. ¡Un brindis por esa publicidad limpia y con valores!

sábado, 21 de septiembre de 2013

Spot con valores: "Dar es la mejor comunicación"

Hace diez días que este spot se publicó en Internet y ya es un auténtico boom en las redes sociales: más de 10 millones de visitas en la página oficial, con reproducciones en decenas de blogs y páginas web, y traducciones a varios idiomas.

A mí me llegó por varios sitios. Primero lo vi en Social Underground, luego me lo envió Ana María Pérez Guerrero, de nuevo lo vi en ABC, y después Eduardo Galán me lo entregó para que lo comentara. No podía negarme; es más, lo deseaba abiertamente. Porque debemos difundir las historias que nos enriquecen. Ahora que tantos spots buscan el recurso al humor zafio, a la sensualidad o al materialismo, reconforta descubrir un anuncio sencillo –pero sublime– como éste de la compañía tailandesa True Move: un “spot con valores” que está haciendo llorar y pensar a medio mundo.

El vídeo comienza de modo fuerte y violento: la cámara en movimiento y el montaje dinámico transmiten desasosiego y agitación. Un niño ha sido pillado in fraganti cuando robaba en un comercio. La dueña le arrincona y le grita, incluso le abofetea. Cuando el niño abre su mano, vemos lo que ha cogido: medicamentos. “Son para mi madre, dice mientras baja la cabeza.

Es ahí cuando aparece el protagonista de la historia. El dueño de un bar cercano ha visto y escuchado todo, y decide intervenir. Pide calma a la señora y pregunta al niño: “¿Tu madre está enferma?”. El niño asiente, compungido. Y el hombre muestra un gesto de inmensa magnanimidad: paga las medicinas a la dependienta y se las entrega al niño junto a una sopa de verdura para su madre…

Este arranque presagia un relato lleno de emociones. Porque pasan los años, y esa referencia a las medicinas –sembrada con acierto en el guión–  se convierte en un leit motiv narrativo y temático muy hondo, algo que provoca un giro sorprendente y conmovedor. No voy a contar la historia. Quiero que tú la veas y la sientas personalmente, que saborees su delicadeza y su ternura. Hasta llegar al lema final: “Dar es la mejor comunicación”.

Sí, hacen falta anuncios con valores. Una publicidad que aporte optimismo y esperanza, que nos ilumine y enriquezca. Publicidad emocional, porque el ser humano necesita emociones y chispazos de luz interior; necesita sentir que en la vida hay algo más que triunfar o poseer. Al final, esas campañas emotivas son las que permanecen; porque, nos guste o no, emocionar no sólo es positivo, sino también rentable.

viernes, 20 de septiembre de 2013

'El hombre y la música' homenaje a Antón García Abril

Seguro que muchos recordaréis esa sintonía que evocaba a la selva y a la fauna salvaje del mítico programa de Félix Rodríguez de la Fuente, "El hombre y la tierra". O la música rasgada y tétrica de un violín quebrado de la banda sonora de "Los santos inocentes".

Si no, los que tengan cierta experiencia televisiva recordarán las bandas sonoras, románticas y evocadoras, de algunas series famosas de los años 70 y 80: "Fortunata y Jacinta", "Anillos de oro", “Ramón y Cajal” o “Cervantes”. Todas ellas tienen algo en común: fueron compuestas por el maestro Antón García Abril, uno de los más importantes compositores españoles de música clásica de los últimos 50 años (suya es la ópera "Divinas palabras"), y también uno de los más prolíficos y destacados compositores de música de cine y de televisión: en total, 176 películas o episodios televisivos. Además de las citadas, son también suyas las músicas de filmes muy populares en los 50 ("Cateto a babor" o "La ciudad no es para mí"), además de otros importantes títulos del cine español como "El crimen de Cuenca", "La colmena" o “Los pájaros de Baden Baden”.

Hace apenas unos meses, García Abril ha cumplido 80 años, y la productora, “Bastian Films” ha querido hacerle su particular homenaje con un documental sobre su vida y su obra. “Bastian Films” ha ganado cientos de premios por diversos documentales y cortos de cine. "El barco pirata", por ejemplo, ganó el Goya al mejor cortometraje de 2012, y "La historia de siempre" lleva más de 150 premios en festivales de todo el mundo: San Diego (USA), Lausanne (Suiza), Trieste (Italia), Tokio, Honk Kong, México DF, etc. Debo añadir un dato importante: mi hermano Arturo es el Presidente general de Bastian Films. Por eso puedo presumir de hermano.  Os adjunto una foto que me hice con él y con el Goya que ganó.

El documental se titula "El hombre y la música" (en referencia a su más conocida banda sonora) y se ha producido con ayudas de Aragón TV y de TVE . Se estrenará en Zaragoza y Madrid, se programará en las dos televisiones y saldrá después en DVD. Ahora, para acabarlo, ha lanzado una campaña de crowdfunding o micromecenazgo en la plataforma Verkami. Podéis ver aquí el proyecto explicado, con un vídeo de presentación (2') que da idea de lo que será: en ese resumen hablan  la soprano Ainhoa Arteta y la mezzosoprano Teresa Berganza  y el propio García Abril.

http://www.verkami.com/projects/6650-el-hombre-y-la-musica

Si os gustan la música o los buenos documentales de interés humano, o si conocéis a alguien que le guste la música, adentraos en esa página y dadla a conocer. Merece la pena. Y yo os lo agradeceré.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Las 10 mejores películas jurídicas

El “cine de abogados” ha dado con frecuencia grandes películas. Todos recordamos escenas de juicios con maravillosos ejemplos de oratoria y de honestidad; con argumentaciones brillantes, discursos floridos, dilemas morales (¿hasta dónde llegan la certeza y la duda, la verdad y la justicia?) y situaciones muy humanas que sólo una persona íntegra es capaz de comprender y enjuiciar.

Hace unas semanas el Consejo General de la abogacía española preguntó a insignes juristas cuáles eran, a su juicio, las mejores películas sobre juicios y abogados. De todos los que respondieron, me gustó la elección de Francisco Jiménez-Villarejo, Fiscal Anticorrupción experto en “Cine y Derecho”, que representa a España en el órgano de Cooperación judicial de la Unión Europea. Tomando pie en sus argumentos, y con base en una elección personal, os ofrezco esta selección de películas cuyo argumento recae principalmente en un juicio. Espero que os guste.

1. Doce hombres sin piedad (1957)

El título original (Twelve angry men) era más expresivo que la traducción española: calificaba a los doce miembros del jurado como irritados o, más bien, exasperados con el reo, y lo asombroso del filme es que todos acaban teniendo no solo piedad, sino un profundo compromiso por pertenecer a un jurado, tarea inicialmente asumida de manera rutinaria y resignada. La cinta combina un excelente guión teatral de Reginald Rose y una dirección de Sidney Lumet, absolutamente megistral. Se trata de una mirada inteligente al sistema judicial a través de los ojos del jurado, planteando cuestiones jurídicas como: la valoración de la prueba, la noción de duda razonable, la subjetividad de los testimonios o la presunción de inocencia. Lo mejor de todo es la evolución de cada uno de los miembros del jurado al enfrentar su responsabilidad en una sentencia colectiva.

2. Matar un Ruiseñor (1962)

Magnífica adaptación de la novela autobiográfica de Harper Lee (premio Pulitzer en 1960), dirigida por Robert Mulligan. Película en la que brilla sobre todo el personaje de Atticus Finch (Gregory Peck), un padre viudo y abogado de una pequeña ciudad de Alabama que es elegido para defender a un negro acusado de violar a una mujer blanca. El protagonista encarna la prudencia, la tolerancia y un equilibrado anhelo de justicia en circunstancias adversas, desde una terrible soledad a la que se ve abocado por los prejuicios raciales. Es una película redonda, cargada de valores referidos a la justicia con mayúsculas. La historia es narrada por la hija del protagonista, la pequeña Scout: un gran acierto argumental. Este enfoque dota a la película de una frescura imperecedera. Toda una lección de derecho y, sobre todo, de magnanimidad.

3. Testigo de cargo (1957)

Está basada en una obra teatral de Agatha Christie y fue dirigida por Bily Wilder, que demuestra su buen oficio y polivalencia en este suspense judicial con marcado estilo “hitchcockiano”. En el reparto destaca Charles Laughton en el papel de un insigne abogado que, tras un ataque al corazón, asume la defensa del joven Leonard Vole (Tyrone Power), acusado de matar a una mujer para hacerse con su herencia. Aparentemente se trata de la típica película de juicio por asesinato, pero el argumento contiene un desarrollo de personajes inigualable y un giro final sorprendente. Fue rodada en una de las salas del “Old Bailey” londinense, impregnada del carácter reverencial de la liturgia judicial inglesa. Además de su lectura jurídica, esta película es ante todo una obra maestra del cine que emociona, hace reír y mantiene en vilo al espectador.

4. Cadena perpetua (1994)

Cuando se dieron a conocer las nominaciones a los Oscars, esta "desconocida" película, dirigida por un novato, sorprendió al hacerse con 7 nominaciones, incluida la de mejor película. Pero "Forrest Gump" arrasó con todo y este drama carcelario se fue de vacío. Desde entonces muchos críticos han reivindicado su calidad y el conjunto de valores que encierra esta entrañable –y a la vez, dura- historia sobre la amistad. El guión (basado en un relato de Stephen King) atrapa poco a poco al espectador en un crescendo magistral, regalando uno de los finales más bellos de las últimas décadas. Tiene escenas memorables, como el momento en que Dufresne (Tim Robbins) "regala" unos momentos de música clásica a los presos. Son momentos en que la verdadera libertad humana, esa que nadie te puede quitar, grita poderosamente.

5. Algunos hombres buenos (1992)

Basada también en otra obra de teatro: “A few good men”, del dramaturgo y guionista Aaron Sorkin (El ala oeste de la casa blanca, La red social, etc). La historia se centra en el personaje del teniente Kaffe (Tom Cruise), un joven y ambicioso abogado de la Marina, que se ha ganado una excelente reputación en negociar pleitos antes de llegar a juicio. En la base de Guantánamo, un marine aparece muerto. Los aparentes culpables son dos de sus compañeros, que se excedieron en la brutalidad de un “código rojo”: el castigo de los veteranos al novato que deja en mal lugar a la compañía. Kaffe es el encargado del caso junto a una atractiva y apasionada ayudante (Demi Moore). Y, sorprendentemente, no negocian. Cuando se adentran en la investigación, lo que parecía un veredicto fácil, se complica. Aparecen pistas que implican a los compañeros y a los jefes del soldado fallecido... Tiene un sólido guión y un fantástico elenco de actores, entre los que sobresale Jack Nicholson (ganó el Óscar por ese papel) como el oscuro Comandante de la base cubana.

6. El Caso Winslow (1999)

Partiendo de una sobria puesta en escena, con claras bases teatrales y tomada de un caso real, esta película de David Mamet refleja muy bien la otra cara de un proceso judicial: su intrahistoria, sus repercusiones en la familia, el hogar que lo soporta. En este caso, una familia inglesa de principios del siglo XX que ve mancillado su honor cuando el menor de sus hijos, cadete de la Marina, es expulsado injustamente. Destacan las interpretaciones de la pareja protagonista (el abogado y la hermana del defendido): sus diálogos llenos de medias palabras, las frases entrecortadas, los sobrentendidos y un calculado distanciamiento. Desde el común anhelo de justicia, contrastan en el juicio distintas posturas: la actitud paciente y respetuosa del padre, la lucha reivindicativa y apasionada de la hermana y el sentido de la prudencia del abogado. En su lectura jurídica, destacan dos actuaciones del abogado, que compromete su carrera en el caso por el afecto hacia la hermana: su brillante obtención del permiso para litigar en la Cámara de los Comunes (invocando la frase solemne: “Let the right be done”) y la frase más famosa de todas: “Justice is easy, right is hard”.

7. Veredicto final (1982)

También dirigida por Sidney Lumet. Se trata de un juicio civil de imprudencia médica con jurado que, inesperadamente, es llevado a la sala por un malogrado acuerdo económico. La imagen de una mujer en estado vegetativo a causa de una mala actuación médica es el origen de este drama judicial. Todo parece indicar que el sistema legal va a ser más propicio para los poderosos empresarios que para los débiles demandantes, pero la integridad de un abogado que ama la justicia por sí misma (Paul Newman) resulta reparadora para los familiares de la víctima: más allá de la compensación económica, renace en la familia el honor y el afecto hacia la madre. También al abogado saldrá transformado: tras una vida zigzaguante, este caso le redimirá de todas sus culpas.

8. La tapadera (1992)

Sidney Pollack, todo un especialista en el género de suspense, lleva a cabo esta adaptación de la popular novela de John Grisham, quien se ha hecho famoso por sus novelas sobre juicios y abogados. Mitch McDeere (Tom Cruise) ha conseguido una brillante graduación en Derecho por Harvard y es contratado en un prestigioso bufete de Memphis, con un sueldo muy alto. Sin embargo, una llamada del FBI viene a enturbiar sus felices días: han descubierto que ese bufete es en realidad una tapadera de operaciones muy oscuras. Mitch se debate entre su fidelidad a la empresa y el compromiso con la justicia. Pero las cosas se complican: no sólo su trabajo, ahora su propio matrimonio anda en juego, y Mitch tendrá que enfrentarse a varios dilemas en una carrera contrarreloj. Ciertamente, se trata de una película muy sólida, con grandes dosis de tensión e intriga, que anuda en el argumento diversos conflictos de carácter moral y jurídico.

9. En el nombre del padre (1993)

Dirigida por Jim Sheridan, con guion adaptado por Terry George y Sheridan a partir de la autobiografía de Gerry Conlon. Esta película irlandesa relata los casos conocidos como “los Cuatro de Guildford” y “los Siete de Maguire” a través del propio Gerry Conlon (Daniel Day-Lewis) y su padre (Pete Postlethwaite), cuya relación paterno-filial es lo mejor de la cinta. Ambos se vieron erróneamente implicados y condenados por un atentado terrorista. Su única culpa fue ser irlandeses y estar en el sitio equivocado. Tras una serie de apelaciones y refutaciones que acabaron conmocionando a la opinión pública, en junio de 1991 el Tribunal de Apelación de Londres anuló la sentencia tras las dudas surgidas en las confesiones policiales y a partir de pruebas adicionales ocultadas a la defensa. Este error judicial, que sacudió el sistema legal británico y dio lugar a importantes reformas procesales, realzó la figura el fiscal en la instrucción del caso, evitando que sea un mero “rubber stamping” (estampador de sellos) de las investigaciones policiales.

10. Anatomía de un asesinato (1959)

Dirigida por Otto Preminger, cuenta la historia de Frederick Manion (Ben Gazzara), un teniente del ejército que asesina fríamente al presunto violador de su mujer (Lee Remick). Tras su detención, su mujer contrata como abogado a un honrado hombre de leyes (James Stewart). Durante el juicio se desatan emociones fuertes, desde los celos y la venganza a la rabia y la decepción. Es uno de los dramas judiciales más famosos de la historia del cine, que tuvo 7 nominaciones a los Oscars y dos premios (mejor guión y mejor actor) de los concedidos por el Círculo de Críticos de Nueva York. Un drama judicial intenso, apoyado en un guión inteligente y rico en detalles, que conforma una película bien hilvanada, de esas que perduran en el tiempo. Todo está en la dosis adecuada: los diálogos, los gestos, la narrativa… Y unas interpretaciones colosales, con un protagonista muy carismático (un James Stewrt sereno y seguro de sí mismo) al que acompañan unos secundarios de lujo.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Spot con valores: "Empieza algo nuevo en tu vida"


Ikea busca llenar de ilusiones a los españoles con su nueva campaña “Empieza algo nuevo”. En esta época de crisis, lanza un mensaje positivo y claro: hay que pasar a la acción, hay que ilusionarse y emprender nuevos proyectos. El spot cuenta una historia sencilla –no necesita palabras- que anima a los espectadores a seguir soñando.

La nueva campaña es muy Ikea, con un mensaje sencillo pero cargado de positividad, pretende ir más allá de un simple mensaje comercial para proponer una postura ante la situación actual de muchos hogares, ante la crisis o ante todo lo que nos impide aspirar a nuestros sueños”, explica Gabriela Díaz-Guardamino, directora de marketing de Ikea Ibérica.

El spot se puede ver en una versión de 45” en televisión y otra de 120’’ en el canal de Youtube. La pieza está protagonizada por una persona mayor que acude cada día a su banco del parque con sus amigos, pero un día llega tarde y no queda sitio para él, así que compra una silla plegable (en Ikea, por supuesto), y eso le hace cambiar toda su rutina. De repente, la movilidad de su silla despliega su espíritu aventurero y poco a poco empieza a descubriendo un mundo que nunca había vivido. Conoce a otras personas y a otras culturas. Su vida se amplifica, porque aumentan sus relaciones y sus experiencias. Una existencia nueva se abre ante sus ojos.

Como explica Natalia Cazcarra, directora de servicios al cliente de SCPF (agencia que ha realizado la campaña), “esta película intenta inspirarnos en los tiempos que vivimos. Es una metáfora. Todos tenemos o teníamos un banco, una rutina, que los malos tiempos han ocupado y han hecho incómodos. Podemos resistirnos y obstinarnos en hacernos sitio en el mismo banco, o bien, buscarnos una silla para empezar algo nuevo”.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Spot con valores: "¡Nunca te olvidaremos, papá!"

Al Alzheimer se le llama en los libros de Medicina "la enfermedad del olvido". Es una enfermedad degenerativa de las neuronas que actualmente no tiene curación. Las personas que lo padecen ven poco a poco cómo va desapareciendo su vida, su historia; las relaciones que alimentaron durante años, el recuerdo de sus seres queridos. Su vida va disolviéndose en la nada, y eso no es fácil de asumir.

Pero si es terrible para los enfermos, más terrible y angustiosa resulta aún para quienes están a su lado: amigos, vecinos... y, sobre todo, familiares. Ellos ven, impotentes, cómo el abuelo o el padre se les va sin remedio: la enfermedad les roba su memoria, su alma, su cariño. El Alzheimer avanza inexorable día a día, impertérrito, como un cáncer del espíritu que sufren angustiados quienes están a su alrededor.

En España afecta a cerca de 800.000 personas, lo que se traduce en que una de cada 10 personas mayores de 65 años. Pero esta cifra, en sí ya muy alta, se dispara al 25% de la población cuando superan los 85 años. Ciertamente, es algo que nos incumbe a todos.

En esta situación, sólo caben dos reacciones. La primera es aceptar la enfermedad: lo que sucede no es culpa suya, ni nuestra. Y si nada podemos hacer por evitarla, aceptémosla, aprendamos a convivir con ella. La segunda es encontrar en esa situación otra forma de demostrarle nuestro cariño: hacerle ver -porque el enfermo siempre se da cuenta- que estamos a su lado y de que él es lo más importante de nuestra vida.

Hay una película que lo muestra maravillosamente: La habitación de Marvin (1996), de Zerry Zaks. En ella se nos muestra la diferente reacción de dos hermanas ante la enfermedad degenerativa de Marvin, que lo ha encadenado a su cama, con oxígeno, incapaz de pronunciar palabra. Bessie (Diane Keaton) ha cuidado abnegadamente de su padre, dedicándole lo mejor de su tiempo y cariño, renunciando a planes personales. Lee (Meryl Streep) prefirió alejarse de lo que parecía una vida inútil, con la excusa de atender sus propios asuntos. La enfermedad de una de ellas volverá de nuevo a unirlas, precisamente en aquel lugar que les separó: la habitación de Marvin. Una buena ocasión para volver a ver ese filme.

viernes, 2 de agosto de 2013

Ahora toca descansar: ¡Nos vemos en septiembre!

Ayer comenzó el mes de agosto: un mes para salir un poco de la rutina diaria y descansar un poco. Eso es lo que yo voy a hacer en las próximas tres semanas: descansar. Pero descansar no quiere decir tumbarse a la bartola, ver pasar los días sin hacer nada. Ese es el camino más fácil para llegar al aburrimiento máximo. Descansar es hacer algo diferente, a la vez que se reponen las fuerzas.

Yo procuro hacer como mis mejores alumnos. Ellos hacen prácticas –trabajan en periódicos o emisoras de radio, en agencias de publicidad o productoras audiovisuales- para completar lo aprendido durante el curso: para practicar lo que, de modo teórico, han aprendido en todo el año. Es una idea estupenda.  Yo voy a aprovechar las vacaciones para seguir un curso intensivo durante tres semanas: para ponerme al día en los temas profesionales y en otros que me interesan.  Os deseo lo mismo: un verano enriquecedor, relajante y fructífero.

El blog seguirá abierto, pero no habrá nuevas entradas hasta el 1 de septiembre. En este tiempo podéis hacer búsquedas, a través de las etiquetas laterales o del buscador de arriba, para releer algunas de las entradas más interesantes. También os dejo un librito que escribí hace dos años sobre la temática de la que hablo en este blog: Los valores en la publicidad, escrito en un lenguaje claro y accesible. He procurado que sea didáctico e ilustrativo, y es gratuito: está disponible en Internet. Podéis leerlo o descargarlo en este enlace.

¡Nos vemos en septiembre!

domingo, 28 de julio de 2013

La carreta vacía

«Caminaba despacio con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y me preguntó: «Además del canto de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?». Agucé el oído y le respondí: «Oigo el ruido de una carreta». «Eso es —dijo mi padre—, una carreta, pero una carreta vacía». Pregunté a mi padre: «¿Cómo sabes que está vacía, si aún no la hemos visto?»

»Entonces mi padre respondió: «Es fácil saberlo, por el ruido. Cuanto más vacía va la carreta, más ruido hace».

»Me convertí en adulto, y ahora, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación, siendo inoportuna o arrogante, presumiendo de lo que tiene o de lo que es, mostrándose prepotente o menospreciando a los demás, tengo la impresión de oír de nuevo la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace". La humildad hace callar a nuestras virtudes y permite a los demás descubrirlas, y nadie está mas vacío que quien está lleno de sí mismo

Es interesante el mensaje que nos deja de este viejo relato. Cuando imaginamos el paso de una carreta llena de carga, esforzada, silenciosa, un poco hundida por el peso que lleva, esa imagen nos transmite una sensación de plenitud y de silencio. Y algo parecido sucede con las personas. Hay vidas que están llenas de contenido, de esfuerzo y de sentido. Suelen ser vidas activas y luchadoras, pero hacen poco ruido. Son vidas que no cuadran con los alardes grandilocuentes de actividad, ni con los excesos de protagonismo personal, ni con el individualismo que suele delatar ocultas faltas de rectitud y de sentido de servicio.

Tengo el convencimiento de que la soberbia es la clave de casi todos los conflictos humanos. Formas de soberbia más o menos elaboradas, más primarias o más sutiles, pero siempre la soberbia está en la raíz de las actitudes que los provocan. En las personas más simples, se nota enseguida. En las más inteligentes, cuesta un poco más, pues con el tiempo van aprendiendo a disimularlo.

Cuando vemos que alrededor de una persona los conflictos tienden a enconarse, o que surgen distanciamientos o desencuentros tontos, o que a su alrededor los equipos humanos se desunen o se rompen, casi siempre está detrás ese empeño vanidoso e histriónico de la soberbia. Puede adoptar muchas formas, pero casi siempre son variantes de lo mismo: ese afán un tanto ridículo por dejar constancia del propio mérito, la susceptibilidad enfermiza que quien se siente agraviado constantemente por auténticas simplezas, las pugnas y desavenencias absurdas por una pequeña cuota de protagonismo personal, los agradecimientos exigidos y contabilizados. Todo eso suele estar tejido y comunicado por el correoso hilo de la soberbia, e identificado por la falta de calado y de silencio interior.

El que sabe, suele hablar poco; el que habla mucho, suele saber poco. El que profundiza en las cosas, suele hablar con prudencia y con mesura. Los que hablan a la ligera y hacen juicios precipitados sobre las personas o los asuntos, suelen hablar demasiado. Son personas que con su alma vacía hacen chirriar el ambiente en todo su entorno, como las carretas vacías. Y chirrían sobre todo porque les falta el aplomo de la verdad. Porque la verdad fastidia su constante búsqueda de la satisfacción personal, y eso no lo soportan. (Alfonso Aguiló)

domingo, 21 de julio de 2013

Spot con valores: "Es imposible engañar a una madre"

Este año, Atún Calvo nos ha sorprendido con una campaña que es un claro homenaje a las madres de familia. Gracias al “toque de humor” de presentar la relación maternofilial como una película de misterio, el spot nos habla de los “super-poderes” de una madre. Sin explicación alguna, sabe perfectamente qué es lo que han hecho sus hijos, la trastada que quieren ocultar, con quién han salido y por qué se muestran esquivos.

El spot alude a ello en el monólogo de un joven asustado: “Si las miras directamente a los ojos: mal. Si evitas el contacto visual: peor”. Sus super-poderes siguen en aumento: “Dicen que son capaces de leer el movimiento de tus dedos cuando estás escribiendo un mensaje”. (En ese momento vemos a la madre, saliendo ya por la puerta, que intuye lo que su hija escribe en el móvil: «Tronka, mi madre se pira»)… “Y de escuchar cosas imperceptibles al oído humano ¡con cuatro paredes de por medio! (vemos a su marido, cuchichando por el teléfono en el otro extremo de la casa)”… Lo mejor está aún por llegar. Vemos al hijo enfermo en la cama, pero la mirada de la madre se dirige al inocente flexo encendido: “Sólo ellas detectan que tú no tienes fiebre, tienes examen de capitales de la nueva Europa…”.

Efectivamente, la madre tiene poderes casi sobrenaturales (De ahí el tono cómicamente trenebrista del anuncio) . Unos super-poderes que los demás mortales no tenemos. Es capaz de ver, oír y entender lo que nadie puede ver, oír ni entender. Y es que llevan mucho tiempo entrenando. Nos sacan mucha delantera. Cuando un bebé llora y dice “¡aaaah!”, inmediatamente dice: “Tiene hambre”. Poco después, el bebé vuelve a llorar: “¡aaaah!”, y ella exclama: “Ahora está mojado”. Para los demás ha sonado igual, para ella no.

Por eso, cuando llega la época adolescente y el padre es incapaz de imponer su autoridad y su disciplina, ella sabe cómo contener la rebeldía juvenil: le basta una sonrisa, una caricia, una palabra de afecto. Y todo se arregla. Porque todo lo sabe. “¿Qué le pasa a nuestra hija?”, pregunta, desconcertado, el padre. Y responde la madre, que lo sabe ya desde hace semanas: “Pues… que se ha enamorado”.

De ahí el eslogan final: “A una madre es imposible engañarla”. Sí, ella sabe qué es lo que necesitan sus hijos; y, por supuesto , con qué plato va a acertar ese día, y de qué productos se puede fiar. Pero esto... es mejor que lo cuente Atún Calvo.

Feliz verano a todos. Y si alguien celebra hoy su cumpleaños que recuerde muy bien a quién le debe la vida, quién le prestó de pequeño todas sus atenciones… y quién se alegró de su nacimiento más que nadie en este mundo. Afortunadamente, ese es mi caso hoy. ¡Muchas gracias, mamá!

domingo, 14 de julio de 2013

Hacer rendir el tiempo

Empieza el verano. Este cambio en el ritmo del reloj de nuestra vida trajo a mi mente un pensamiento que volqué hace unos días en Facebook: "Para algunos, el verano es sinónimo de no hacer nada. Para mí, es ocasión privilegiada para hacer ¡muchísimas cosas! Deporte, excursiones, solidaridad, lectura, amistad...". Pensando en tantos que no ven la manera de aprovechar estas semanas tan familiares y relajantes, transcribo este magnífico artículo de Alfonso Aguiló:

E.M.Gray escribió hace unos años un ensayo bastante famoso, que tituló "The Common Denominator of Success": El común denominador del éxito. Lo hizo después de dedicar mucho tiempo a estudiar qué era lo común a las personas que tenían éxito en su trabajo y, más en general, en el resultado general de su vida.

Curiosamente, su conclusión no situaba la clave en trabajar mucho, ni en tener suerte, ni en saber relacionarse, sino que, según E.M.Gray, las personas con éxito han adquirido la costumbre de hacer las cosas que a quienes fracasan no les gusta hacer. A los que triunfan, hay muchas cosas que no les apetece hacer, pero subordinan ese disgusto suyo a un propósito de mayor importancia: saben depender de los valores que guían su vida y no del impulso o el deseo del momento.

Da igual que seas un estudiante universitario o una profesora de instituto, un médico o una juez, una madre que se dedica por entero a su familia o bien otra que es además una joven ejecutiva de una multinacional; en cualquier caso (y quizá en este último más aún), en tu vida hay un reto muy importante en cuanto a la organización del tiempo.

Para una persona con un mínimo de inquietudes en la vida, el reto no es lograr ocupar el tiempo, sino más bien saber sacarle su máximo partido. Y no se trata simplemente de conseguir hacer muchas más cosas, sino de hacer las que pensamos que estamos llamados a hacer, establecer una juiciosa distribución del tiempo que nos permita alcanzar una alta efectividad en el trabajo y, a la vez, un uso equilibrado del resto del tiempo, en el que tenga cabida la familia, las amistades, la propia formación, la atención de otras obligaciones, etc.

Recordando las reflexiones de John Keating, aquel carismático profesor de literatura de "El Club de los poetas muertos", se trata de «vivir a conciencia la vida, de manera que no lleguemos a la muerte y descubramos entonces que apenas hemos vivido».

Vivir a fondo, extraer a la vida todo el meollo. Son ideas con las que Keating luchaba por sacar a sus alumnos de la monotonía y la mediocridad. Les proponía salir del montón, vivir con intensidad el instante, recuperar el viejo carpe diem! -aprovechad el momento- acuñado por Horacio.

Aunque quizá Keating se pasa, como se comprueba en la película, porque aprovechar el instante no significa vivir para él, sí resulta positivo ese afán por extraer a la vida humana toda su riqueza. No le falta razón en ese esfuerzo suyo por arrancar a sus alumnos de la vulgaridad, de la falta de sentido. Porque es triste ver cómo algunos casi se puede decir que han muerto antes de morir, porque cuando les llega la muerte, aunque han corrido mucho, les queda casi toda su vida por vivir.

domingo, 7 de julio de 2013

Ingenio y solidaridad: "Pastillas contra el dolor ajeno"

Hay campañas que nos gustan simplemente porque son divertidas. Y hay campañas que, además de emocionarnos, nos hacen pensar. Se quedan en nuestra memoria porque apelan a lo más íntimo: a la conciencia, a nuestros valores, a nuestra solidaridad.

Una de ellas es "Pastillas contra el dolor ajeno", que ha obtenido un apoyo popular formidable. Nos sorprende que uno pueda tomarse una medicina y que otros -en la zona más depauperada del planeta- puedan curarse gracias a nuestra acción solidaria. Nos agrada que un simple caramelo (en eso consiste el medicamento) pueda curar y llevar la felicidad a otros. Y nos conmueve, profundamente nos conmueve, que de verdad podamos hacer algo por quienes sufren enfermedades sin asistencia médica.

Cada día mueren en el mundo 8.000 personas a causa de enfermedades “marginales”, pero que –esto es lo triste- en la mayoría de casos tendrían solución si hubiera presupuesto. Para sensibilizarnos con esa riste situación, Médicos Sin Fronteras puso en marcha una campaña solidaria en la que diversas caras conocidas 'recetan' pastillas contra el dolor ajeno.

Rostros como los de los futbolistas Andrés Iniesta o Xabi Alonso, los presentadores Andreu Buenafuente, Manel Fuentes o Eduardo Punset, el cocinero Ferrán Adrià o los cantantes Pau Donés y Alejandro Sanz, se han puesto manos a la obra en esta campaña, cuyo broche de oro es el spot del cineasta Luis García Berlanga. Éste sería su última interpretación delante de la cámara, antes de fallecer pocos días después.

En este vídeo (5 minutos) se puede ver la maravillosa gestación de esta campaña -el "así se hizo" del spot- que nos hace comprender todo el trabajo que supone la producción de un anuncio, y el ingenio y la solidaridad necesarias para que una gran idea pudiera llegar a sensibilizar a todo un país.