domingo, 29 de diciembre de 2013

La liebre y el oso: una amistad que hizo posible la Navidad

Los anuncios de la empresa John Lewis marcan siempre el comienzo en Inglaterra de las fiestas navideñas: algo así como en España el “Vuelve a casa por Navidad”, de turrones El Almendro. Ciertamente, es una campaña muy esperada, que se ha convertido en el evento publicitario más importante de la Navidad inglesa, pues sus anuncios son vistos en todos los hogares, descargados millones de veces en Internet y comentados continuamente en los medios de comunicación.

Hace dos años, el anuncio “The Long Wait” mostraba la larga espera de un niño que contaba ansioso los días que faltaban para la Navidad. El emotivo golpe final conmovió a las audiencias y alcanzó más de 6 millones de visitas en la web. Lo publiqué entonces en este blog, con un breve comentario. El año pasado, la campaña “The journey” nos contaba la bella historia de un muñeco de nieve que afrontaba un duro viaje para conseguir guantes y sombrero para su frágil compañera: logró 4’5 millones de visitas y fue también comentado en este blog.

Este año, la compañía ha apostado por el dibujo animado y en el spot ha contado un precioso cuento titulado “El oso y la liebre”. El rótulo inicial nos introduce en el clima de un cuento de hadas: “Había un animal que nunca había visto la Navidad”. Al principio no sabemos a qué se refiere. Vemos a los dos animales en alegre paseo por el bosque: sin duda, comparten una sincera amistad, a pesar de ser muy distintos. Con la caída de los primeros copos, la liebre se pone triste: sabe que su amigo comenzará a hibernar dentro de poco tiempo, y que –una vez– más no podrá asistir al encanto de la Navidad. En efecto, el oso empieza a dar sus primeros bostezos mientras el resto de los animales se prepara jubiloso junto al gran árbol navideño. La liebre intenta animar a su cada vez más somnoliento compañero, mientras pájaros, ardillas, mucetas y todos los animales del bosque colaboran en la decoración del árbol. La tristeza y el abatimiento que siente la liebre están perfectamente reflejadas en su rostro animado, de modo que el espectador no puede sustraerse a la sincera emoción de ese instante.

Mientras las criaturas del bosque celebran la Navidad, el oso duerme plácidamente en su cueva. Todo parece indicar que, una vez más, no podrá asistir a esa fiesta. Pero el amor es ingenioso: impulsada por el afecto, la liebre tiene una idea brillante y lleva a su amigo un pequeño regalo: algo en apariencia sin importancia pero que acabará en un hermoso desenlace. (Prefiero no destripar el final, y que puedas descubrirlo por ti mismo).

Como señalaba Craig Inglis, director de marketing de John Lewis: "Queríamos que nuestro anuncio reflejara la importancia de encontrar el regalo adecuado para los amigos y seres queridos. A través de la animación hecha a mano, hemos podido evocar la nostalgia que siente la liebre y transmitir ese mensaje”. No en vano el eslogan final nos anima a “dar a alguien una Navidad que nunca olvidará”. Un mensaje preciso que encuentra en la canción “Somewhere Only We Know”, cantada por Lily Allen, un marco musical de increíble emotividad. Por eso ha alcanzado más de 11 millones de visitas en menos de un mes.

¡Felices fiestas! Y que todos sepamos dar, con nuestro afecto, lo mejor de la Navidad.



Si os ha gustado, aquí podéis ver el magnífico "Cómo se hizo" (3 minutos):

domingo, 22 de diciembre de 2013

¿Qué sería la Navidad sin ellos?

¡Estamos en Navidad!, la época más feliz del año; la época de la infancia, de la inocencia, del volver a ser niños… o, al menos, de intentarlo. Es la época de los buenos propósitos, de los anhelos más altos (paz, dicha, amor) y de los deseos de felicidad. Es la época del perdón y del reencuentro, de volver a la amistad y a la familia. Por eso es también la época en la que sale a flote todo lo bueno… porque anhelamos ser buenos otra vez, y regalar a los demás lo mejor de nosotros mismos.

Es la época de compartir abrazos, recuerdos, ilusiones... Y todo, porque hace dos mil años nació un Niño en un portal. Fue el mayor regalo de la historia: el auténtico reencuentro, el mayor abrazo, el mayor perdón… Pero de esto casi nos hemos olvidado.

En este spot se reúnen muchas de estas cosas que anhelamos en estas fechas: amor, cariño, familia, amistad. En él descubrimos que el verdadero regalo no es nada costoso ni extraordinario: son las personas, nuestros seres queridos, con los que convivimos a diario.

Todos nos quejamos de una madre que insiste en que vayamos a comer los domingos, de un padre que nos trata como si nunca hubiéramos crecido (…). Nos quejamos de un amigo que no para de llamar (…); de una novia que pregunta en qué piensas, o de un novio que nunca lo pregunta... Y, de pronto, llega la Navidad, y pensamos: ¿qué sería de nosotros sin ellos...?

Os dejo que veáis el final. ¡Feliz Navidad! Y que los buenos anuncios nos ayuden a ser mejores.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Spot navideño: La verdadera historia del muñeco de nieve

El hombre de nieve es un cuento de Hans Christian Andersen sobre un muñeco, hecho por unos niños juguetones, que se enamora de una estufa. Fue publicado por C. A. Reitzel en Copenhague el 2 de marzo de 1861 con el título Sneemanden.

Este anuncio es una bella adaptación de esa historia. También aquí unos niños alegres y juguetones construyen una pareja de muñecos de nieve. Él y ella. Pero una noche él desaparece. Todos lo sienten. De modo especial la muñeca de nieve, que nota el vacío que ha dejado su compañero; y también la niña, que desde la ventana contempla la escena: ella entiende muy bien esa nostalgia, porque también echa de menos al muñeco...

Una preciosa historia de amor entre dos muñecos de nieve. Una historia enternecedora de Navidad, con un mensaje claro: en estos días, regala un poco de amor a quienes tienes cerca. Personalmente, me ha parecido de lo mejor que he visto en la publicidad navideña de los últimos años. A esa historia tierna, le acompaña una fotografía excelente: es increíble cómo consigue que el espectador sienta lo que está viviendo el muñeco de nieve a través de la expresión de su cara, con apenas dos piedras, unas ramitas y una zanahoria.

Un aplauso a John Lewis, la empresa de regalos que ha impulsado esta campaña. Y no sólo por este spot: en su línea de comunicación está el hacer anuncios en favor de la amistad, del amor y de la familia. Todos los años se espera su anuncio de Navidad, porque siempre nos regala belleza, emoción y sonrisa en su particular mensaje navideño: como este spot que os puse el año pasado. Ojalá todos nos contagiáramos de ese espíritu de la auténtica Navidad.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Navidad "digital": La Virgen y San José usan Twitter y Google Maps para llegar a Belén

Fue uno de los vídeos que más circularon la pasada Navidad. Hoy lo traigo a la sección "spot de la Semana" porque me parece una manera simpática de ir preparando las fiestas navideñas. Me gusta la forma en que se unen, de forma anacrónica y divertida, la más fría y moderna tecnología con el más cálido y antiguo de los Mensajes.

En Belén y en nuestra sociedad, se da todos los años un gran reto de comunicación: el de transmitir, con urgencia y a la vez con cariño, el Mensaje más importante de la historia: Dios se ha hecho hombre. Los pastores tenían prisa por llegar a Belén, y las nuevas tecnologías tienen prisa por hacernos llegar esa misma noticia.

A pesar de todo lo que hemos vivido en 2013 (El tifón Haiyan en Filipinas, el descarrilamiento del Alvia en Galicia, la renuncia de Bendicto XVI y la elección del Papa Francisco), ninguna de esas noticias ha sido tan luminosa e importante como la que ahora se aproxima: la noticia de la Navidad. Porque esa Noticia siempre nos redime, siempre nos transforma. Nos dice algo al corazón de todos los hombres. Siempre resulta actual, aunque cambien las tecnologías.

A pesar de su tono jocoso, el tratamiento de la Navidad en este vídeo es claramente positivo y respetuoso. Es una ficción sobre cómo hubiera sido la Navidad en el siglo XXI. Y nos lo cuenta desde el punto de vista de María.

A la Virgen le llega de Gabriel un mensaje al iPhone: “Tú serás la Madre de Dios”. María busca en Wikipedia lo que allí se dice sobre el “Espíritu Santo”. Acto seguido, envía a José un e-mail: “Tenemos que hablar, estoy embarazada”, y busca en Google Maps: "Cómo llegar desde Nazareth hasta Belén". Por si acaso, selecciona la opción: “evitar autopistas. A partir de ahí, seguimos todo el bello relato de San Lucas de la mano de las nuevas tecnologías.

Quizás el momento más divertido es cuando aparecen en danza los Magos. José, por medio de Facebook, crea un evento y les invita a conocer a su hijo. Los tres Reyes confirman su asistencia, buscan la Estrella y se hacen sus "seguidores". Melchor escribe entonces un e-mail a Baltasar: 1) Asunto: “Regalos.” 2) Texto: “¿Ya sabes qué le llevaremos al Niño?”. Y Baltasar contesta: "Gaspar y yo compramos en www.amazon.com , y nos fue bien..."

La conclusión final no puede ser más apropiada: “Los tiempos cambian. El mensaje de paz permanece”. Por eso, adelantándome unos días al calendario, dejadme que os diga con este vídeo... "Quiero ser el primero en daros la Noticia: ¡Es Navidad!".

domingo, 1 de diciembre de 2013

Carta de una madre con Alzheimer a su hija

Querida hija:

Escucha con atención lo que tengo que decirte... El día en que esta enfermedad se apodere totalmente de mí y ya no sea la misma, ten paciencia y compréndeme. Cuando derrame comida sobre mi blusa y olvide como atarme los zapatos, no te impacientes: recuerda las horas que pasé enseñándote esas mismas cosas. Si al conversar contigo, repito las mismas palabras y sabes de sobra como terminan, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeña tuve que contarte mil veces el mismo cuento para que te durmieras.

Cuando a veces me haga mis necesidades, no te avergüences ni te sulfures, pues ya no puedo controlarme. Piensa cuántas veces, siendo tú una niña, te limpié y te ayudé cuando tampoco tú podías controlarte. Nunca me enfadé. Siempre esperé pacientemente a tu lado a que terminaras.

No me reproches cuando no quiera bañarme, no me regañes por eso. Recuerda aquellos años en que te perseguía por la casa para llevarte al aseo, y los miles de pretextos que inventé para hacer agradable tu baño.

Cuando me veas inútil e ignorante en todas las cosas tecnológicas, te suplico que me las expliques de modo sencillo. No me hieras con tu sonrisa burlona. Acuérdate de que fui yo quien te enseñó las cosas más importantes: comer, vestirte, leer, comportarte… y cómo enfrentarte a la vida tan bien como lo haces. Me alegra pensar que parte de tus triunfos son producto de mi esfuerzo durante años.

Cuando en algún momento llegue a olvidar de qué estamos hablando, dame tiempo para recordarlo. Y si no puedo, no te impacientes; tal vez no era importante, y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas.

Cuando mis piernas me fallen por debilidad, dame tu mano para apoyarme… como yo lo hice cuando tú comenzaste a caminar. Cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir, no te asustes. Algún día entenderás que sólo estoy pidiendo cariño, y que en modo alguno me siento desgraciada. Para mí, tu compañía ha sido siempre mi mejor tesoro.

No te sientas triste al verme así. Quizás ya no entienda tus palabras, pero siempre entenderé tus abrazos, tus caricias y tus besos. Dame tu cariño y tu paciencia, que yo te devolveré gratitud y alegría con el inmenso amor que siempre te he tenido.

Al igual que te acompañé en el inicio de tu vida, te pido que me acompañes en el término de la mía. Siempre he querido lo mejor para ti y he pasado mi vida preparándote tu camino. Piensa entonces que, tras el paso que voy a dar, no te dejaré sola: voy a prepararte un camino muy bonito, en un lugar maravilloso... Y estaré siempre contigo.

Te deseo lo mejor para tu vida. Con todo mi corazón,

Tu madre.