domingo, 8 de marzo de 2015

Documental sobre "La familia en el cine"

En 1994, coincidiendo con el Año Internacional de la Familia convocado por Naciones Unidas, edité un documental titulado “La familia en el cine” que ofrecía una rápida panorámica sobre muchos filmes. Fue proyectado en diversos foros y emitido por algunos canales televisivos.

Hace unas semanas, coincidiendo con el XX aniversario de aquella efemérides, decidí actualizar la edición (con ayuda de Salve Márquez) y publicarla en la Red: porque vivimos unas circunstancias muy parecidas a las que motivaron aquel Año en favor de la familia. La defensa y protección de la institución familiar sigue siendo la asignatura pendiente de la sociedad del tercer milenio.

El documental dura 16 minutos y mira con especial detenimiento a la película Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979), que en pleno auge de los movimiento divorcistas, mostró muy a las claras la enorme tragedia que supone toda ruptura familiar y, sobre todo, lo terrible que puede llegar a ser un proceso judicial entre los padres en su lucha por la custodia de los hijos. La película ganó cinco grandes Óscars (película, director, guión adaptado, actor principal y actriz secundaria) y fue todo un referente del cine familiar que surgió en los años siguientes.

Espero que el documental, ofrecido aquí en 3 partes, os haga pensar y os permita pasar un rato agradable. Al menos, me gustará que podáis ver los 2 primeros minutos





1 comentario:

  1. José Carlos Martín Palanca9 de marzo de 2015, 19:21

    Pese a vivirse un trance enormemente peligroso para la familia, como primera célula de la sociedad, como la unión entre un hombre y una mujer. Sin embargo, esa mayoría silenciosa que no participa en ruidosas manifestaciones y que disiente del concepto de familia que se desea vender como normal, cuando se habla de uniones de dos mujeres ó dos hombres, presentándolo como la cosa más normal del mundo y en una sociedad constitutivamente sana no puede encajarse ni aceptarse aquello que, de suyo, es una aberración en toda regla.
    Y, a partir de ahí, todo lo que se deduce de tales planteamientos, no deja de ser aberración tras aberración que colisiona frontalmente con la recta razón y el propio derecho natural.
    De ahí, la importancia que tiene el hacer frente, con razones más poderosas que los que cuestionan la familia tradicional, tan letales planteamientos, de cara al concepto de familia y de la recta y natural unión del hombre y la mujer, para la procreación y educación de los hijos.

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